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Santa Cruz de Barahona (15 julio 2019).
El presidente de la Filial Sur de la Asociación Dominicana de Ingenieros Agrónomos (ADIA-RD), Buenaventura González, lanzó un llamado a todos sus colegas para que cierren filas en la conformación de una “Red Fronteriza de Vigilancia Cuarentenaria”, en apoyo al desarrollo sostenible del campo dominicano, y en nuestra condición de veedores naturales del sector agropecuario. Resaltó que todos somos responsables de guardar nuestro territorio de potenciales amenazas de plagas y enfermedades que podrían ingresar al país a través de la frontera con Haití y producir daños significativos a nuestra economía.
El ingeniero González recordó que nuestra economía depende en gran parte del crecimiento de la producción agropecuaria y de la exportación de rubros de origen agrícola; y que nuestra línea fronteriza es una de las zonas económicas más vulnerables por el intenso flujo de migrantes que transitan por ella. Ese flujo, a veces caótico, es lo que podría facilitar su ingreso.
En el pasado reciente, agregó el presidente de ADIA en el Sur, “el país tuvo pérdidas multimillonarias como consecuencia de la aparición de la temible Mosca del Mediterráneo (Ceratitis capitata)”; y es por esta razón que “invitamos a cada profesional agropecuario a convertirse en un promotor pro cumplimiento de nuestras normas sanitarias”.
González propone que todos los profesionales agropecuarios sean parte de una campaña permanente de educación ciudadana, para concientizar a los habitantes de las comunidades fronterizas sobre los riesgos que conlleva la importación irregular de productos de origen agropecuario.
Señaló González, por último, que hay que dispensar la debida atención a este tema, porque estamos ante la posibilidad real de que en un futuro cercano otra plaga cuarentenaria ingrese al país, la cual ha sido detectada en plantaciones de tomate en Haití, y es conocida comola polilla del tomate (en latín Tuta absoluta).
El plan que propone Buenaventura González es muy sencillo: 1– Crear una red de voluntarios, y 2– Por medio de ellos desarrollar un programa de comunicación y difusión de mensajes educativos, que promuevan el empoderamiento de los habitantes de las comunidades fronterizas.
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