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domingo, 13 de octubre de 2024


Diario Azua
13 octubre 2024.-


La Avenida Ecológica como fue diseñada y aparentemente sus constructores iniciales iban rumbo a dejar una vía adecuada que cumpliera cabalmente como contribución ideal para tránsito Este-Oeste y Oeste-Este, pero el clientelismo y el aprovechamiento de posiciones en el tren gubernamental han echado por la borda el plan inicial.

Hace tiempo, lentamente se ha constituido en una vía donde se producen accidentes de tránsito que han dejado resultados fatales, una por imprudencia de conductores y otro porque existen allí muchas improvisaciones, donde cada quien pone su regla y no hay consecuencia.

La Avenida Ecológica se diseñó con una calle marginal en el lateral norte y en el lado sur un farallón o cinturón verde con vista al mar, pero ni una cosa ni la otra.

En el lado Norte, aunque lo saben los que construyeron, se ve claro que estamos falto de autoridad o porque no saben donde comienza y termina su función o porque sencillamente otros atributos están haciendo efecto para que siga la rumba.

Recientemente en la provincia Azua, sucedió una desgracia en la comunidad Batidas donde moradores de allí ocuparon la carretera para fiesta y se produjo el accidente altamente conocido.

Ahora en las mismas narices el gobierno se está permitiendo que invadan una área verde, un farallón, y no tan solo entregando la zona a compañeros de partido sino permitiendo instalaciones de centro de negocios de bebidas, donde el parqueo de los mismos lo es la propia Avenida Ecológica, por donde ya están pasando camiones y patanas.

Señor gobierno haga algo ahora, antes que pase lo peor y los ocupantes de zonas correspondientes a la Avenida Ecológica sáquelos de ahí porque son dueños de nada y que se castigue a supervisores de las instituciones intervinientes porque estas cosas no se hicieron solo con el coraje de los invasores.

Si la carne está guisada, alguien puso el orégano.         

 

Por Néstor Estévez
Diario Azua / 13 octubre 2024.-

Dos recuerdos de mi niñez llegan a mi memoria al comparar comunicación humana y comunicación animal: el estremecimiento que me produjo escuchar que existía comunicación no humana, y una canción que criticaba el modelo de desarrollo que comprometía las garantías para las futuras generaciones.

No mucha gente identificará la canción por su título: Progreso. Pero si rememoro el estribillo “Yo quisiera ser civilizado como los animales”, entonces podrá resultar fácil, fundamentalmente para quienes venimos del siglo y milenio pasados, remitirnos a Erasmo y Roberto Carlos, autores de la misma.

Y es que, así como lo vieron ellos, los animales, como subgrupo de los seres vivos, tienen mucho para enseñarnos. Claro, tienen para enseñar a quien quiere y procura aprender. Los demás humanos, ni siquiera caen en la cuenta de ello.

En la comunicación, por ejemplo, tenemos que todos los seres vivos necesitamos comunicarnos para sobrevivir. Aunque, como es entendible, las formas y los métodos de comunicación varían entre humanos y otras especies.

Una de las principales similitudes entre la comunicación humana y la de otros seres vivos es que ambos grupos utilizan la comunicación para compartir información. Los seres humanos usamos el lenguaje para expresar lo que pensamos o sentimos, y los animales irracionales, aunque no usen palabras, también comunican sus necesidades. Por ejemplo, los perros pueden ladrar para avisar que alguien está cerca o cuando quieren atención. Los pájaros cantan para atraer pareja o marcar su territorio. Así como los humanos usamos palabras, los animales usan sonidos, movimientos y señales para transmitir mensajes (Haraway, 2008).

Otra similitud importante es que tanto los humanos como los animales nos comunicamos para protegernos. Los seres humanos usamos señales como gritos o advertencias para alertar a otros de un peligro. Del mismo modo, muchas especies animales tienen formas de advertir sobre un depredador cercano. Dicen, por ejemplo, que la marmota emite un chillido agudo para avisar a su grupo cuando detecta una amenaza. Como se puede notar, en ambos casos, la comunicación es esencial para la supervivencia.

Así como encontramos similitudes, también existen muchas diferencias entre la comunicación humana y la de otros seres vivos. Los seres humanos hemos logrado avanzar de manera notable en la manera de comunicarnos. Además de incluir complejidad, las personas contamos con la opción de entrenarnos en el uso de las herramientas comunicacionales.

Los seres humanos aprendemos a comunicarnos a través del lenguaje desde que somos bebés, y ese aprendizaje puede continuar a lo largo de la vida. Las palabras, frases y reglas del lenguaje humano se transmiten de generación en generación. Pero los animales lo hacen por instinto y de forma automática, similar a algunas acciones humanas.

Aquí cabe preguntarse ¿qué ocurre cuando interactuamos con los animales? En interacciones con animales domésticos y algunos entrenados, aunque no sean domésticos, logramos que respondan a nuestras órdenes. Así ocurre con un perro, un buey, un delfín, entre otros muchos casos. Pero al comunicarnos con otros humanos tenemos oportunidad para usar mucho más que simples palabras. Contamos con reglas gramaticales y un vocabulario extenso que permite expresar ideas complejas, como pensamientos sobre el pasado, el presente y el futuro.

Los animales, por el contrario, tienen formas de comunicación más limitadas y tienden a centrarse en lo que está sucediendo en el momento. Por ejemplo, mientras un ser humano puede contar una historia o explicar un concepto abstracto, un perro puede ladrar para mostrar emoción, pero no puede contar una historia o explicar un plan para el futuro (Tomasello, 2010).

En definitiva, en los humanos, la comunicación tiene una importancia única y especial. A través del lenguaje, las personas no sólo transmitimos información, sino que también podemos expresar emociones, construir relaciones y compartir conocimientos. La comunicación nos permite cooperar, trabajar juntos y formar sociedades complejas.

He aquí varias razones para que aprendamos a usar mejor la comunicación. Así como Roberto Carlos nos invita a actuar con criterio de sostenibilidad, en lo referido a la comunicación, las personas tenemos oportunidad para mejorar y mantener las relaciones. Quizás aprovechando el libre albedrío, podemos escoger entre comunicarnos como animales -y hasta como máquinas- o usar la comunicación para que nos convirtamos en mejores seres humanos.

jueves, 10 de octubre de 2024

Por Néstor Estévez
Diario Azua / 10 octubre 2024.-

Es un hecho innegable que estamos cambiando. Ocurre con todo lo que vive. Sin embargo, resulta sabio y hasta muy oportuno preguntarse: ¿estamos cambiando para mejor o para peor?

La pregunta puede y hasta debe abarcar diversos ámbitos de nuestras vidas. En esta oportunidad escojo priorizar ese aspecto que nos permite descubrirnos, con similitudes y diferencias en relación con los demás seres humanos, pero también con un rol determinante para entendernos y lograr propósitos: la comunicación.

Todavía sigue muy fresca en mi memoria la imagen de uno de mis maestros “peleando con un mouse”, queriendo mostrarme algo en la pantalla de un armatoste al que llamaba computadora. Y aunque podría remitirme a mucho más atrás, para las más recientes generaciones, esta confesión debe parecerles algo “prehistórico”.

El asunto es que la tecnología ha transformado casi todos los aspectos de nuestras vidas, desde la manera en que trabajamos hasta cómo nos comunicamos con otras personas. Sin embargo, en lo pertinente a la comunicación, aunque la tecnología ofrece muchas ventajas, también ha causado ciertos problemas en las relaciones humanas.

En el pasado, la mayoría de las personas nos comunicábamos cara a cara, lo que nos permitía ver las expresiones faciales, escuchar el tono de voz y observar el lenguaje corporal del otro. Esas formas de comunicación son importantes porque nos ayudan a entender cómo se siente la otra persona y cómo debemos reaccionar. Y eso, sobre todo si atendemos a todo el tiempo que la humanidad tardó para inventarse las palabras, comunicándose solo con gestos, explica que la comunicación no verbal sea tan importante para entendernos.

Sin embargo, con el auge de la tecnología, especialmente los teléfonos móviles, las redes sociales y las aplicaciones de mensajería, las personas hemos empezado a comunicarnos más a través de pantallas. Según Turkle (2015), la comunicación digital ha reducido la cantidad de interacciones cara a cara, lo que ha llevado a la pérdida de algunas habilidades sociales importantes.

Sherry Turkle es una investigadora que lleva cuatro décadas estudiando la psicología de las relaciones de las personas con la tecnología. Ella, autora de cinco libros y tres colecciones editadas, además de poseer importantes reconocimientos, ha encontrado que cuando nos comunicamos solo a través de mensajes de texto o redes sociales, es más difícil entender completamente lo que la otra persona está sintiendo.

Cuando usamos estos medios, las palabras pueden ser mal interpretadas, y no podemos captar las señales no verbales, como el tono de voz o las expresiones faciales, que son cruciales para la comunicación. Y, como lo habremos vivido, aunque quizás sin reparar en ello, eso puede causar malentendidos y, en última instancia, afectar negativamente nuestras relaciones.

Y no se trata de negar la importancia y gran valor de la tecnología. Es que la misma debe seguir siendo un medio para lograr propósitos. Así como fabricantes y vendedores logran ver crecer sus negocios de tecnología, quien la usa también necesita centrarse y concretar sus propósitos. Pero eso no debe conllevar que perdamos las habilidades que nos permiten entendernos con los demás.

El uso inadecuado de tecnología disminuye la empatía, que es la capacidad de entender y compartir los sentimientos de otra persona. Estudiosos han encontrado que, cuando pasamos más tiempo interactuando a través de pantallas y menos tiempo cara a cara, perdemos oportunidades para practicar la empatía.

Las interacciones en línea a menudo son más rápidas y menos profundas que las conversaciones en persona, lo que puede hacer que nos volvamos más insensibles o menos comprensivos hacia los demás.

Con una sencilla consulta a personas con las que convivimos podemos descubrir oportunidades para corregir algunos malos hábitos que han ido penetrando de manera tan discreta como dañina en nuestras vidas. Ese simple ejercicio ayudaría a que nos mantengamos humanos, sanos, empáticos y en la mejor disposición de seguir usando todo, incluyendo la tecnología, para mejorar nuestras vidas y todo nuestro entorno.

Para eso es sumamente conveniente, además de necesario y urgente, que nos preguntemos si los cambios en las maneras en que nos relacionamos con las otras personas están haciéndonos bien o haciéndonos mal.

miércoles, 9 de octubre de 2024


 Por Lisandro Prieto Femenía

 / Diario Azua / 09 octubre 2024.-

“Los analfabetos del siglo XXI no serán aquellos que no sepan leer y escribir, sino aquellos que no sepan aprender, desaprender y reaprender” Alvin Toffler

Hoy quisiera invitarlos a reflexionar en torno a un fenómeno que, aunque es menos visible que el analfabetismo absoluto, tiene profundas consecuencias para los individuos y la sociedad. El analfabetismo funcional podría definirse por la capacidad de saber leer y escribir, sin poder comprender o interpretar adecuadamente lo que se lee y se escribe. Pues bien, en un mundo donde la información y el conocimiento están, supuestamente, al alcance de la mano de cualquiera, esta incapacidad para procesar y reflexionar sobre los textos podría convertir el juicio de los ciudadanos en algo endeble, susceptible de manipulación. En ese sentido, José Saramago, reconocido escritor, Premio Nobel de Literatura, abordó este problema en la sociedad moderna, destacando cómo el simple hecho de saber leer no significa tener una comprensión profunda. Para Saramago, esta falta de comprensión se convierte en un obstáculo para el desarrollo de la democracia puesto que afecta directamente a una ciudadanía, cada vez más inactiva e inconsciente del panorama político en el que está inmersa. En sus propias palabras, aludió a la existencia de “analfabetos que saben leer”, un término que resuena hoy más que nunca en un contexto mundial donde la manipulación informativa y la desinformación intencional están a la orden del día moldeando conciencias cada vez más abúlicas. Pues bien amigos, lo que hoy queremos intentar junto a ustedes es explorar el problema precitado, no sólo desde una perspectiva analítica y educativa, sino también como un obstáculo para el desarrollo de una sociedad políticamente consciente y capaz de ejercer una democracia real.

Para que podamos comprender la magnitud del analfabetismo funcional, es esencial que revisemos algunas estadísticas recientes: a nivel global, el problema afecta a millones de personas, y aunque los números varían por país y región, los datos son alarmantes. De acuerdo con la UNESCO, cerca de 773 millones de adultos en el mundo, todavía carecen de habilidades básicas de lectura y escritura, y mucho más son considerados analfabetos funcionales, es decir, pueden seguir la lectura en textos simples, pero no comprenden plenamente el sentido de los mismos. En Hispanoamérica, los datos también son preocupantes: según el informe de la “Encuesta Nacional de Lectura y Escritura”, elaborado por el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), un alto porcentaje de los estudiantes de Nivel Secundario no es capaz de comprender textos de nivel de dificultad “medio”. De igual manera, el estudio PISA (Programme for International Student Assessment) del año 2018 reveló que más del 50% de los estudiantes de 15 años de edad en los países hispanoamericanos evaluados tienen dificultades significativas para comprender textos complejos, un indicador de analfabetismo funcional a nivel estudiantil que con frecuencia se traslada a la vida adulta. Además, algunos datos del Banco Mundial sugieren que este tipo de analfabetismo repercute en múltiples aspectos del desarrollo social y económico, puesto que las personas que no comprenden completamente lo que leen tienden a tener menos acceso a oportunidades de empleo, como también un menos compromiso cívico y social, y una mayor vulnerabilidad a la manipulación mediática. Estas cifras y conclusiones subrayan que el analfabetismo funcional no es solamente un problema individual, sino un desafío colectivo que afecta la capacidad de los ciudadanos para participar activa y coherentemente en la sociedad y en la toma de decisiones.

A la luz de lo precedentemente expresado, es preciso que analicemos las consecuencias sociales y políticas del analfabetismo funcional porque tiene un profundo impacto en la vida social y en la política de cualquier comunidad. Como bien señalaba José Saramago, cuando las personas no pueden comprender el contenido de lo que están leyendo, se vuelven susceptibles a la manipulación y al engaño. Esto es especialmente preocupante en el ámbito político, ya que un pueblo que no comprende cabalmente lo que lee carece de la capacidad de tomar decisiones informadas, de evaluar críticamente a sus líderes y de comprender las complejidades de los asuntos públicos que los afectan.

“Nosotros hemos creado una especie de analfabetismo de vuelta. Hoy tenemos personas que saben leer pero no entienden lo que leen. Ese es un analfabetismo peligroso, porque tienen la ilusión de saber, cuando en realidad no saben nada.” Saramago, J. (2007). Entrevista con Jesús Quintero en "El Loco de la Colina". RTVE.

En este sentido, el filósofo y pedagogo brasilero Paulo Freire en su obra “Pedagogía del oprimido”, analizó cómo la falta de educación crítica y reflexiva perpetúa sistemas de opresión vigentes, es decir, que si una persona que no ha desarrollado la capacidad de interpretar y cuestionar los textos que lee está en desventaja para comprender la realidad política y social en la que vive. La educación, según él, debe ser un acto de libertad, y sólo mediante una alfabetización crítica es posible que los ciudadanos se empoderen para transformar su entorno y ejercer sus derechos cívicos. En otras palabras, queridos lectores, lo ideal sería que los cambios, las transformaciones e incluso las revoluciones las lleven a cabo personas que no sean idiotas.

“La lectura del mundo precede a la lectura de la palabra. En ese sentido, el analfabetismo funcional se convierte en una herramienta de opresión; las personas que no pueden interpretar lo que leen son fácilmente manipulables.”

Freire, P. (1970). “Pedagogía del oprimido”. Siglo XXI Editores.

Por su parte, Hannah Arendt reflexionó sobre la importancia de una ciudadanía informada y educada en el marco de su análisis del totalitarismo. Para ella, la ignorancia y la incapacidad de comprensión hacen que los individuos sean más vulnerables a los regímenes totalitarios y opresivos. Un pueblo que no entiende los fundamentos de sus propios derechos y obligaciones es menos probable que los defienda activamente o que reclame ante alguna irregularidad. Así, el analfabetismo funcional representa un obstáculo para la democracia, ya que limita la capacidad de las personas para poder tomar decisiones correctas, participar activamente en el debate público sin agredir y cuestionar a las autoridades cuando éstas no estén cumpliendo con sus obligaciones correspondientes.

La verdadera impotencia radica en la ignorancia, en la imposibilidad de pensar críticamente. En sociedades sin educación cívica, las personas no ven ni entienden los signos de su opresión.”

Arendt, H. (1951). “Los orígenes del totalitarismo”

También, la filósofa Martha Nussbaum ha destacado la importancia que tiene la educación para el desarrollo de una ciudadanía empática y responsable. En su libro “Sin fines de lucro: por qué la democracia necesita de las humanidades”, Nussbaum sostiene que una educación orientada exclusivamente a la adquisición de habilidades técnicas, sin promover el pensamiento crítico y la comprensión de textos complejos, genera individuos que pueden ser altamente especializados, pero carentes de una verdadera conciencia cívica. Asimismo, argumenta que se debe permitir a las personas desarrollar la empatía y el razonamiento crítico, herramientas fundamentales para la vida en democracia y para evitar el aislamiento intelectual y emocional.

“Una democracia que no fomenta en sus ciudadanos la capacidad de pensar críticamente y de comprender lo que leen, está destinada a fracasar. La educación en humanidades es, por tanto, una condición necesaria para una ciudadanía informada.”

Nussbaum, M. C. (2010). “Sin fines de lucro: Por qué la democracia necesita de las humanidades”

Hasta aquí, creo que ha quedado claro cuál es el problema. Ahora bien, es necesario que nos preguntemos ¿cómo fue que llegamos hasta aquí? Hasta donde yo sé, los analfabetos funcionales no nacieron con esa “incapacidad”, sino que fue fruto de una decadencia política, cultural, educativa y moral que progresivamente fue licuando, poco a poco, nuestra capacidad de pensar. El crecimiento del analfabetismo funcional en las últimas décadas puede atribuirse a diversos factores y, aunque existen múltiples hipótesis, algunas de las causas más destacadas incluyen, en primer lugar, las desigualdades en el acceso a una educación de calidad, puesto que en muchos países, especialmente en comunidades de bajos recursos, el sistema educativo enfrenta problemas como la falta de financiamiento, infraestructura deficiente y escasez de docentes capacitados: todo esto, da lugar a una enseñanza que se centra en aprender mecánicamente a leer y escribir, sin fomentar ningún desarrollo de habilidades críticas y de comprensión profunda.

En segundo lugar, los enfoques educativos decadentes y totalmente desactualizados que revelan métodos de enseñanza centrados en la memorización de datos, dejando de lado la interpretación de los mismos. A esto se refería Freire cuando hablaba de la “educación bancaria”, en la cual los estudiantes son tratados como recipientes vacíos y pasivos: este modelo no permite que los chicos interactúen con el contenido, lo que lleva a una comprensión banal y superficial, dificultando su capacidad para analizar textos complejos o desarrollar opiniones informadas y bien argumentadas.

En tercer lugar, tenemos que volver a destacar la influencia de los medios de comunicación y la cultura digital, en los que el consumo masivo de información fragmentada de dudosa procedencia proyectada con rapidez ha modificado radicalmente la manera en que las personas interactuamos con el conocimiento mismo. Los seres humanos ahora tienden a leer titulares y a consumir información ya masticada y simplificada, lo cual contribuye a la superficialidad en la comprensión y a la reducción de la capacidad de análisis: este cambio de hábitos lectivos y cognitivos afecta la profundidad de la lectura y contribuye al crecimiento del analfabetismo funcional porque busca la inmediatez de la imagen antes que la comprensión cabal de cualquier problema digno de solución.

En cuarto lugar, tenemos que mencionar al nefasto desinterés y la falta de estímulos en pos de aprender desde la infancia. Cuando los niños no tienen acceso a libros o a espacios de discusión que fomenten la interpretación y el análisis, es más probable que crezcan con escasas habilidades de comprensión: es tan triste saber que la gran mayoría de los hogares cuentan con más dispositivos móviles que libros. En línea con ello, los sistemas educativos en los que se descuida la literatura y las humanidades, tal como señaló Nussbaum, limitan el desarrollo integral y crítico de los estudiantes, convirtiendo a la educación en un simple medio de transmisión de habilidades básicas, pero no de construcción de ciudadanos pensantes.

En quinto y último lugar, también tenemos que considerar el impacto de la globalización y la cultura del consumismo, que ha promovido una mentalidad utilitaria de la educación, priorizando las habilidades técnicas por sobre las humanísticas: este enfoque nos ha llevado a la minimización de materias como filosofía y literatura en espacios curriculares, promoviendo una formación orientada a la productividad técnica en lugar de la comprensión. Esta tendencia, además de limitar severamente la capacidad crítica, ha reforzado el analfabetismo funcional al reducir la enseñanza a lo estrictamente pragmático, excluyendo temas que podrían inspirar una comprensión más profunda y compleja de la sociedad.

Las causas precedentemente enunciadas, no sólo contribuyen al analfabetismo funcional, sino que también dejan en evidencia una crisis de valores y objetivos que los sistemas educativos actuales han decidido abandonar sin tapujos. En lugar de formar ciudadanos comprometidos y pensantes, muchos de estos sistemas producen individuos con habilidades precarias de lectura, pero sin la capacidad de cuestionar ni de participar enérgicamente en la sociedad en la que viven. Este contexto patético nos lleva a cuestionar qué tipo de educación es la que queremos para las futuras generaciones, y a intentar pensar sobre las reformas necesarias para revertir esta preocupante tendencia que no ha hecho otra cosa que generar zombies con titulaciones.

Dicho esto, queda claro que combatir el analfabetismo funcional es, en última instancia, una tarea de empoderamiento y emancipación, ya que al proporcionar herramientas que permitan a los individuos interpretar el mundo que los rodea, no solo mejoramos sus oportunidades personales, sino que fortalecemos el tejido social y fomentamos una cultura democrática más sólida y consciente. Lejos de hacernos los indignados para la foto, es hora de reconocer el papel fundamental de una educación que enseñe a pensar de verdad, no a repetir como loritos contenidos que en breve se olvidan, puesto que eso exige el desarrollo de una ciudadanía libre, empática y capaz de hacerse cargo de la realidad que construye a diario y que merece ser radicalmente transformada para abandonar el actual paradigma de la reproducción sistemática de esclavos funcionales.

domingo, 6 de octubre de 2024

 

Emilia Santos Frias
Diario Azua / 06 octubre 2024.-

Los derechos humanos, una pertenencia por el hecho de ser persona, nos acompañan desde la concepción y más allá de la vida. Como bien dijo alguna vez el abogado Ramsey Clark, no es algo que alguien te da, sino algo que nadie te puede quitar. Para que este axioma sea efectivo es preciso identificar que tenemos responsabilidades con la sociedad; compromisos: deberes.

Solo así, cumpliendo con esos deberes fundamentales, se ejercita real ciudadanía social; responsable. Esto implica obediencia a las normas. Autocontrol, honestidad, tolerancia, coherencia, autonomía y organización para alcanzar objetivos en la sociedad.

Esto así, porque, sencillamente, comprometerse con la noble lucha por la garantía de los derechos humanos, nos hace una mejor persona, fortalece una gran nación y hace aportes a vivir en un mundo mejor. Como bien aseguraba el inmenso activista por los derechos civiles Martin Luther King.

Ejercemos ciudadanía social responsable cuando somos capaces de respetar y proteger toda forma de vida: humana, animal, vegetal. Porque “todas las especies del planeta tienen igual derecho a la existencia”. Cuando salvaguardamos el medio ambiente natural; las tradiciones; el patrimonio cultural; la historia.

Cuando respetamos la diversidad; el estilo de vida y cultura foránea; cuando fomentamos vivir en paz, y para ello, se acciona cooperación, solidaridad, empatía…, valores universales que transforman la sociedad. Porque ellos hacen posible la garantía de derechos fundamentales, como la dignidad humana. Solo así se disfrutan plenamente los derechos.

Desarrollar una buena comunicación; efectiva, como forma de relacionarnos con nuestros semejantes. Vivir y promocionar una vida sin violencia; esencial en la convivencia social, autoafirmación personal y grupal. Con esto, se logra además, solucionar problemáticas sociales, sosegadamente.

Sine qua non cuidar el entorno, como forma de preservar la salud de todas las especies y el patrimonio cultural vernáculo. Ese que tanto se admira cuando visitamos otras latitudes del globo terráqueo.

Es un deber ser solidarios, no discriminar por motivo de color, sexo, edad, género, identidad y orientación sexual; idioma, religión, opinión política o ideología, origen nacional, étnico o social; discapacidad, propiedad, nacimiento...,

Cuando respetamos la vida, la integridad física, psíquica y moral de las personas, estamos accionando ciudadanía responsable. Honrando el compromiso asumido como persona sujeta a su sociedad organizada.

Se es socialmente responsable, cuando somos capaces de fomentar participación colectiva; alzar la voz con espíritu cívico ante problemáticas nacionales y mundiales, en interés de alcanzar bienestar en igual sentido. Siempre exhortando igualdad de derechos y deberes.

Se exhibe ciudadanía responsable cuando se respeta la autoridad, no se eluden los impuestos, se promueve la transparencia y se hace buen uso de los recursos públicos. Asimismo, se fomenta el cuidado de los bienes comunes y se preserva la identidad y el legado cultural: una estampa que nos hace únicos en el mundo.

Hasta pronto.

La autora reside en Santo Domingo
Es educadora, periodista, abogada y locutora.

Diario Azua
06 octubre 2024.-

Las últimas actuaciones de funcionarios del actual gobierno y según ellos mismos hasta del cabildo capitaleño están obrando en contra de la soberanía dominicana, toda vez que azuzan y alimentan los espíritus para dejar a sus anchas que miles de haitianos vayan a reclamar frente al Palacio Nacional, vociferando que si ellos no son dominicanos el presidente tampoco.

Ellos llegaron, protestaron, recogieron y se fueron, ah, pero cuando un grupo de dominicanos se propuso realizar un encuentro en la Plaza de la Bandera, ahí mismo vinieron policías y militares a tumbar la tarima montada para la actividad en defensa de la patria y de la dominicanidad.

Si este pueblo no comienza a despertar ahora, para un año sería muy tarde.

El gobierno ha demostrado que no defiende la soberanía, que es buche y pluma nada más, vivir sin patria es lo mismo que vivir sin honor, dijo nuestro padre de la Patria, Juan Pablo Duarte.

No podemos dejar que malos dominicanos nos entreguen, nos vendan y que cosas básicas logradas con esfuerzo no estén reguladas de forma que los quisqueyanos tengan la mayor cobertura, los haitianos tienen que luchar para que su país avance democráticamente, la solución de los problemas del pueblo haitiano están en Haití.


“La guerra es muy mala escuela 
No importa el disfraz que viste 
Perdonen que no me aliste 
Bajo ninguna bandera 
Vale más cualquier quimera
Que un trozo de tela triste”
    Milonga del Moro Judío- Jorge Drexler

Por Lisandro Prieto Femenía
Diario Azua / 06 octubre 2024.-

Recordemos por un instante que, desde la creación del Estado de Israel en el año 1948, se han sucedido guerras, intervenciones extranjeras y ciclos interminables de violencia que han dejado profundas heridas en las sociedades de la región y en sus seguidores, dispersados en todo el mundo. Concretamente, el conflicto entre el Estado de Israel y Palestina tiene sus raíces cuando el movimiento sionista comenzó a promover la precitada creación de un Estado Judío en territorio palestino, entonces parte del Imperio Otomano. Al finalizar la Primera Guerra Mundial y la caída del Imperio, Palestina quedó bajo el control de Gran Bretaña, y el mandato británico facilitó la inmigración judía, generando tensiones con la población árabe palestina que veía amenazada su tierra y su identidad. Pues bien, tras el Holocausto en la Segunda Guerra Mundial, la presión internacional comandada por los Estados Unidos aumentó para crear dicho Estado, lo que culminó en la partición de Palestina propuesta por la ONU en el año 1947. Israel declaró su independencia en 1948, lo que provocó una guerra con los países árabes vecinos y el desplazamiento masivo de palestinos, conocido como la Nakba: desde entonces, el conflicto no se ha detenido en absoluto, provocando guerras, ocupaciones y ciclos de violencia que continúan hasta hoy, centrados en la disputa por el territorio y la soberanía.

Justamente por ello, la geopolítica juega un papel clave, ya que hablamos de la zona estratégica más importante del planeta, ya sea por sus recursos energéticos como por los intereses puntuales de potencias como los Estados Unidos, Rusia y la Unión Europea, además de actores regionales como Irán y Arabia Saudita. Veamos brevemente, uno por uno, qué rol tienen estos jugadores: Estados Unidos ha sido históricamente el principal aliado de Israel, brindándole apoyo militar, económico y diplomático (Washington considera a Israel un aliado clave en la región por su estabilidad y posición frente a sus adversarios, por lo que ha intentado mediar-cuando le conviene- en procesos de paz, aunque su parcialidad dificulta los acuerdos). Rusia, por su parte, ha buscado mantener una influencia en Medio Oriente, apoyando a actores como Siria e Irán, con quienes comparte hasta la actualidad una relación estratégica, aunque también tiene relaciones diplomáticas con Israel, posicionándose como un contrapeso frente a la hegemonía estadounidense en la región y promoviendo una solución más equilibrada en favor de Palestina y otros estados árabes. La Unión Europea, también, desempeña un papel pretendidamente de mediador y defensor del diálogo, intentando apoyar propuestas como la creación de dos Estado, Israel y Palestina, viviendo en paz: si bien Europa condena los asentamientos istaelíes en territorios ocupados, su influencia política es limitada en comparación con la de Estados Unidos. Irán, uno de los principales opositores de Israel en la región, apoya a grupos como Hezbolá en Líbano y Hamás en Gaza, buscando debilitar a Israel y expandir su influencia en el mundo islámico, especialmente en oposición a los intereses norteamericanos y de sus aliados árabes. Por último, Arabia Saudita, tradicionalmente defensor de la causa palestina, ha comenzado en años recientes a acercarse a Israel, principalmente por la amenaza común regional que representa Irán y su potencial atómico: aunque todavía apoya formalmente la creación de un Estado palestino, los intereses de seguridad han impulsado una relación pragmática con Israel en contra de la expansión iraní.

Ahora bien, es necesario explicar que si bien el conflicto precedentemente detallado es preponderantemente territorial, tiene tras de sí un componente religioso que no se puede eludir en este intento de comprensión. Tengamos en cuenta que Jerusalén es un emblema simbólico poderosísimo para todos los implicados: para los judíos, puesto que es el suelo del Templo de Salomón, pero también para los cristianos, porque es la ciudad donde Jesús de Nazaret, el Cristo, fue crucificado y resucitó y, asimismo, para los musulmanes, es la tercera ciudad más sagrada después de La Meca y Medina. El componente espiritual añade ciertas dificultades a cualquier intento de resolución de las crisis previamente enunciadas, puesto que no se trata simplemente de un enfrentamiento entre naciones o etnias, sino de una disputa por lo que las tres religiones monoteístas más grandes del mundo consideran “tierra sagrada”.

Intentemos comprender lo dicho con las gafas de la filosofía. Empecemos con Maimónides (1138-1204), uno de los más grandes filósofos y teólogos judíos de la Edad Media. Su pensamiento combina la tradición religiosa judía con la filosofía aristotélica, ofreciendo valiosas reflexiones sobre la justicia, la paz y la convivencia, conceptos que son profundamente relevantes para el conflicto que estamos analizando. En su obra “Guía de los Perplejos”, Maimónides aborda el rol de la justicia como pilar esencial para el orden social y la convivencia pacífica, argumentando que la justicia no es solo un atributo humano, sino una emulación de las cualidades divinas.

“El objetivo final de la Ley es doble: el bienestar del alma y el bienestar del cuerpo. Para el bienestar del cuerpo, es necesario que exista una sociedad en la que se establezcan normas justas y equitativas” (Maimónides, 1963, p. 53).

Desde esta perspectiva, la convivencia pacífica debe estar basada en leyes justas que promuevan el respeto mutuo y el bienestar colectivo, algo que puede aplicarse tanto a las relaciones intracomunitarias como a los conflictos entre naciones. Además, Maimónides promueve la idea de la “tzedekah” (justicia social), entendida como una responsabilidad individual y comunitaria, lo que implica que cada miembro de la sociedad tiene el deber moral de promover la paz y la justicia: en el contexto del conflicto israelí-palestino, esta noción podría inspirar un enfoque más equitativo y humanitario en la búsqueda de soluciones, donde tanto unos como otros se comprometan a respetar los derechos fundamentales del otro. No debemos olvidar que, para Maimónides, la paz no es solamente una meta, sino un proceso que requiere de justicia y responsabilidad por parte de todos los actores involucrados. Tampoco debemos olvidar cómo abordó el tema puntual de la guerra, distinguiendo entre “guerras obligatorias” y “guerras opcionales” en su “Mishné Torá”. Según él, las guerras solo son justificables para defender al pueblo o para liberar territorios legítimamente reclamados, pero siempre deben ir acompañadas de intentos sinceros de paz: este principio refleja una ética que, aplicada al conflicto actual, sugiere que cualquier acción militar debería estar precedida por intentos genuinos de negociación y reconciliación. Evidentemente, Maimónides orece una visión filosófica y ética que insta a todas las partes a actuar cobn responsabilidad moral y a establecer un sistema de convivencia basado en leyes justas que promuevan el bienestar mutuo.

"Incluso cuando se enfrenta a una guerra justa, primero debe ofrecerse la paz" (Maimónides, 1987, “Leyes de los Reyes” 6:1).

Desde la tradición islámica, es crucial que tengamos en cuenta los aportes de uno de los filósofos islámicos más influyentes de la Edad Media, a saber, Averroes (“Ibn Rushd”, 1126-1198), puesto que ofrece un punto de vista comparable a Maimónides en varios aspectos, especialmente en la relación entre justicia, convivencia pacífica y el uso de la razón como medio para comprender y aplicar los principios morales en una sociedad. Ambos pensadores, aunque pertenecientes a tradiciones religiosas distintas, compartían una profunda admiración por Aristóteles y su visión de la racionalidad como fundamento del orden ético y político.

Según Averroes, la justicia es un principio esencial que debe guiar las relaciones humanas y sociales, tal como lo expresa en su “Comentario a la Política de Aristóteles”, donde destaca que el objetivo de cualquier sistema político es lograr el bien común y la justicia. Esta concepción de la justicia se encuentra en sintonía con la de Maimónides sobre la importancia de las leyes justas y equitativas para la convivencia. Ambos coinciden en que una paz verdadera sólo puede lograrse cuando se garantizan los derechos y el bienestar de todos los miembros de la sociedad.

“El fin de la ley es que los hombres vivan juntos en una sociedad organizada donde se respete la equidad y la justicia” (Averroes, 1985, p. 143).

Averroes también defendía el uso de la razón para interpretar la ley divina (“sharīʿa”), lo que se conoce como “falsafa” (filosofía islámica). A través de la razón, sostuvo, los seres humanos pueden discernir lo que es justo y correcto, puesto que “la razón es un don divino que nos permite comprender las leyes naturales y divinas, y actuar conforme a ellas en la búsqueda del bien común” (Averroes, 1994, p. 87).

Claramente, este enfoque resuena con la visión de Maimónides, quien también argumentaba que la justicia es tanto un principio moral como racional, y que el uso de la razón es clave para una vida virtuosa y ordenada. En términos de convivencia entre diferentes comunidades religiosas y culturales, Averroes defendió la coexistencia pacífica basada en el respeto mutuo y la justica, particularmente en su obra “Tahafut al-Tahafut” (“La incoherencia de la incoherencia”), en la cual respondía a quienes criticaban el uso de la razón y la filosofía para interpretar la ley islámica, argumentando que la armonía entre las comunidades sólo puede lograrse cuando se fomenta la comprensión mutua y se respetan las diferencias,

“El conflicto surge de la ignorancia, mientras que la razón y el conocimiento son los medios para superarla y construir una sociedad justa” (Averroes, 2001, p. 128).
El precitado llamado a la convivencia equilibrada, racional y pacífica es, particularmente relevante en el conflicto israelí-palestino que estamos analizando. Tanto Maimónides como Averroes sostienen que la paz solo puede lograrse mediante un sistema basado en la justicia y el respeto a la dignidad humana, coincidiendo en que la guerra y la violencia son respuestas extremas que deben evitarse mientras que el diálogo y la justicia son las verdaderas vías para resolver los conflictos.

Pero no sólo en cuestiones filosóficas concretas se puede vislumbrar el encuentro posible entre los polos de estos extremos que se encuentran en conflicto. La guerra entre Israel y Palestina, desde una perspectiva teológica, resulta profundamente incoherente si consideramos que las tres grandes religiones monoteístas involucradas- Islam, Judaísmo y Catolicismo- comparten una raíz común en la tradición abrahámica, la cual, en su núcleo doctrinal, promueve profundamente la paz, el respeto a la vida y el rechazo a la violencia injustificada.
Tanto en el Corán, como en la Torá y en los Evangelios, se enfatiza con fulgor la importancia del perdón, la compasión y la reconciliación como principios divinos. El Corán señala que “Quien mata a una persona, es como si hubiera matado a toda la humanidad; y quien salva una vida, es como si hubiera salvado a toda la humanidad” (Corán, 5:32). Por su parte, el Judaísmo prohíbe la venganza en Levítico 19:18, al sostener "No te vengarás ni guardarás rencor contra los hijos de tu pueblo, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo". Asimismo, en el Cristianismo, Jesús enseñó en el Sermón de la Montaña “Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios” (Mateo 5:9). Los principios precedentemente compartidos indican que la violencia y el conflicto armado no son coherentes con los valores fundamentales que todas estas religiones defienden, motivo por el cual la prolongación innecesaria de esta guerra traiciona las enseñanzas centrales de estas riquísimas tradiciones que, en su esencia, abogan por la convivencia pacífica y la resolución de conflictos a través del diálogo y el respeto mutuo.

Desde esta perspectiva, la convivencia pacífica debe estar basada en leyes justas que promuevan el respeto mutuo y el bienestar colectivo, algo que puede aplicarse tanto a las relaciones intracomunitarias como a los conflictos entre naciones. Además, Maimónides promueve la idea de la “tzedekah” (justicia social), entendida como una responsabilidad individual y comunitaria, lo que implica que cada miembro de la sociedad tiene el deber moral de promover la paz y la justicia: en el contexto del conflicto israelí-palestino, esta noción podría inspirar un enfoque más equitativo y humanitario en la búsqueda de soluciones, donde tanto unos como otros se comprometan a respetar los derechos fundamentales del otro. No debemos olvidar que, para Maimónides, la paz no es solamente una meta, sino un proceso que requiere de justicia y responsabilidad por parte de todos los actores involucrados. Tampoco debemos olvidar cómo abordó el tema puntual de la guerra, distinguiendo entre “guerras obligatorias” y “guerras opcionales” en su “Mishné Torá”. Según él, las guerras solo son justificables para defender al pueblo o para liberar territorios legítimamente reclamados, pero siempre deben ir acompañadas de intentos sinceros de paz: este principio refleja una ética que, aplicada al conflicto actual, sugiere que cualquier acción militar debería estar precedida por intentos genuinos de negociación y reconciliación. Evidentemente, Maimónides orece una visión filosófica y ética que insta a todas las partes a actuar con responsabilidad moral y a establecer un sistema de convivencia basado en leyes justas que promuevan el bienestar mutuo.

sábado, 5 de octubre de 2024

 

Por Narciso Isa Conde
Diario Azua / 05 octubre 2024.-


El Senador estadounidense, Adriano Espaillat (de origen dominicano) presentó al Comité de Asuntos Exteriores del Senado un proyecto de ley (HR803) para imponer. desde las alturas del poder de esa superpotencia militar, una nueva “INICIATIVA DE SEGURIDAD DE LA CUENCA DEL CARIBE”, que de acuerdo a su contenido realmente persigue intervenir durante 4 años, en 13 países caribeños (incluida RD), todas las instituciones civiles y militares, fronteras terrestres y marítimas, intercambios y relaciones internacionales, vinculadas al tema “seguridad” de EE. UU. y la región.

Además, nada quita que, consumada esa imposición, la misma se profundice y prolongue mucho más de esos 4 años, sobre todo si nos cruzamos de brazo frente a esa inaceptable felonía.

Este tema fue ampliamente informado y comentado por Narciso Isa Conde, sobre la base del texto completo del referido Proyecto de ley, en el programa televisivo Tiro al Blanco, en su edición del pasado viernes 4 de octubre del 2024. Dicho espacio se transmite por TELERADIO AMÉRICA (TRA) a las 11 de la noche, de lunes a viernes, y por el canal propio: en YouTube / tiroalblancord / Narciso Isa Conde

Tiro al Blanco dispone de una copia en inglés de ese proyecto y de una traducción, no oficial, al español, las cuales anexamos a esta nota informativa.

En caso de aprobarse esa ley, en materia de política exterior, la misma le impondría a 13 países caribeños “contrarrestar la influencia maligna de regímenes autoritarios, incluidos China, Rusia, Irán, Venezuela, Nicaragua y Cuba”; y “monitorial la asistencia en materia de seguridad de dichos regímenes autoritarios y adoptar las medidas necesarias para garantizar que dicha asistencia no socave ni menoscabe la asistencia de los Estados Unidos en materia de seguridad”.

Ese texto también compromete a todos a colaborar con la intervención militar en Haití y obliga a ayudar a EEUU a “supervisar y restringir equipos, inversiones y apoyo de proveedores de alto riesgo en infraestructuras de telecomunicaciones en los países beneficiarios”.

La ejecución de la Iniciativa de Seguridad de la Cuenca del Caribe estaría a cargo del Secretario de Estado y el Administrador de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), con la participación de los Departamentos de Defensa (Pentágono) y Justicia, y las agencias de inteligencia y seguridad norteamericanas.

Con esos fines el Congreso autoriza asignar al Departamento de Estado y a la USAID la suma de $82,000,000 para cada uno de los años fiscales del 2024 hasta 2028, predestinados a implementar como superpotencia los propósitos de esa nefasta Iniciativa. Se desconoce lo asignado a la administración de uno de los países subordinados, aunque extraoficialmente nos enteramos que al gobierno de RD le corresponde la insignificante suma 87 millones de dólares anuales.

Entre los países supuestamente “beneficiarios” fueron “seleccionadps (i) Antigua y Barbuda; (ii) Bahamas; (iii) Barbados; (iv) Dominica;(v) República Dominicana; (vi) Granada;(vii) Guyana; (vii) Jamaica; (ix) Santa Lucía; (x) Saint Kitts y Nevis; (xi) San Vicente y las Granadinas; (xii) Surinam; y (xiii) Trinidad y Tobago”; lista que, por demás, puede ser ampliada.

Como puede apreciarse, en este caso no se trata de un acuerdo negociado, sino de una imposición unilateral por ley de EE. UU., mediante la cual los estados caribeños serían considerados unas pequeñas piezas anexadas a la UNION-USA y a su guerra global. Y no se trata simplemente de que esa iniciativa imperialista atenta contra una soberanía inexistente, sino que terminaría de aplastarla absolutamente.

Es claro que Adriano Espaillat no es dominicano, sino que dio el salto infame de inmigrante a ser agente político del coloniaje… Y no porque se nacionalizara estadounidense, sino por cómo piensa y cómo actúa ¡Bochornosamente servil al imperio!

Su proyecto de ley y su actitud política ameritan un gran rechazo de la diáspora dominicana y latino-caribeña en EE. UU. y de todas las fuerzas que en nuestro país, en Nuestra América y en el mundo luchamos persistentemente por rescatar todas las soberanías pisoteadas por esa superpotencia agresora.

El Movimiento Caamañista-MC respalda la denuncia de Tiro al Blanco y exhorta a no desmayar en esa condena hasta derrotar esa canallada colonialista.

martes, 1 de octubre de 2024

 

Por Janet Báez / Diario Azua
Santo Domingo, Rep. Dom. / 01 octubre 2024. 

En un momento crucial para la comunicación en salud en nuestro país, expreso mi firme apoyo a la candidatura de Carol G. Martínez Medina como presidenta del Círculo de Periodistas Especializados en Salud (CIPESA). Carol es una profesional destacada, reconocida por su compromiso inquebrantable con la verdad y la claridad informativa.

Desde sus inicios en el periodismo hasta su especialización en Comunicación en Salud, ha dedicado su vida a servir a la población dominicana y a sus colegas. Su trabajo en el Ministerio de Salud Pública, especialmente en la Dirección de Apoyo a la Promoción y Educación en Salud (DAPE), ha sido fundamental para comunicar políticas y campañas que impactan positivamente en nuestra sociedad.
Carol no solo destaca por su profesionalismo, sino también por su disposición constante para ayudar y encontrar soluciones. Su capacidad para conectar con las personas y responder a sus necesidades es lo que la hace única. Además, cuenta con un equipo excepcional formado por destacados profesionales como Dayana Acosta, Ada Guzmán, Pedro De La Cruz, Elsa Bello, Pebbers González, Teófilo Bonilla, entre otros.

Las elecciones de CIPESA se llevarán a cabo el 5 de octubre en la sede del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP) desde las 8:30 a.m. hasta las 3:00 p.m. Este es el momento ideal para elevar la comunicación en salud y asegurar que este gremio continúe siendo un referente de profesionalismo y humanización.

Por todo lo anterior, mi voto de confianza está con Carol G. Martínez Medina y su equipo. Estoy convencido de que su liderazgo marcará una diferencia significativa en el ámbito de la comunicación en salud.

¡Apostemos por la plancha Innovación y Compromiso para transformar CIPESA!

domingo, 29 de septiembre de 2024


«El dolor siempre cumple lo que promete». Germaine de Staël

Por: Agustín Perozo Barinas
Diario Azua / 29 septiembre 2024.-

Mario de las Heras nos relata que: «... parece ser que los Trapera eran uno de las dos familias enfrentadas a finales del s. XV en la ciudad de Úbeda (la otra eran los Aranda). Al más puro estilo de los Montesco y los Capuleto (o de los Montoyas y Tarantos), uno de los Aranda resultó herido en una pendencia y se escondió en la desaparecida iglesia de Santo Tomás cuando se estaba celebrando la misa. Dicen que el de los Trapera le siguió y en medio de la celebración le mató».

Hay otro relato relacionado con el anterior entre los ubetenses para referirse a «puñalada trapera» con los Aranda y los Trapera otra vez como protagonistas. Se cuenta que un obispo visitó la ciudad y en un intento de paz entre las dos familias, uno de los Trapera le propuso a otro de los Aranda recibir juntos al obispo. Pero sucedió que el Trapera observó de algún modo que el Aranda se adelantaba en las atenciones del prelado y, en un arranque de furia, le asestó una puñalada por la espalda y le mató.

Aunque no siempre sea un crimen de acechanza, premeditación y alevosía, la puñalada trapera, o la puñalada por la espalda, se ha relacionado con la traición despiadada. Recordemos la frase: «Et tu, Brute?» —¿También tú, Brutus?, pronunciada por Julio César al ser asesinado a puñaladas... es un símbolo de traición y decepción. O las treinta monedas de plata por las que Judas Iscariote traicionó a Jesús de Nazaret.

El ser humano traiciona y no es un comportamiento aprendido socialmente. El traidor lleva esa inclinación 'in natura sua'. Las élites económicas y políticas, como conglomerados, traicionan la confianza de las sociedades extrayendo recursos de los contribuyentes, sean activos líquidos o patrimoniales. Las consecuencias son claras: los excluidos de la fortuna.

Fernando Pessoa lo expuso con amargura: "...la paciencia de millones de almas sometidas como la mía al destino cotidiano, al sueño inútil, a la esperanza sin vestigios. Pedí tan poco a la vida y ese mismo poco la vida me lo negó. Un poco de sosiego con un poco de pan y no exigir nada de los otros ni ellos nada de mí. Esto mismo me fue negado, como quien niega la limosna, no por falta de buena alma, sino por tener que desabrocharse la chaqueta". Digamos que supo como Antonie Fée: «Hay dolores que matan; pero los hay más crueles, los que nos dejan la vida sin permitirnos jamás gozar de ella».

Y, como quien sabe de dolor todo lo sabe, continúa con esta declaración que aguijonea la conciencia de los pensantes: «El mundo es de quien no siente. La condición esencial para ser un hombre práctico es la ausencia de sensibilidad. La cualidad principal en la práctica de la vida es aquella cualidad que conduce a la acción, esto es, la voluntad. Ahora bien, hay dos cosas que estorban a la acción –la sensibilidad y el pensamiento analítico, que no es, a fin de cuentas, otra cosa que el pensamiento con sensibilidad. Toda acción es, por naturaleza, la proyección de la personalidad sobre el mundo exterior, y como el mundo exterior está en su principal parte compuesto por seres humanos, se deduce que esa proyección de la personalidad consiste esencialmente en atravesarnos en el camino ajeno, en estorbar, herir o destrozar a los demás, según nuestra manera de actuar. Para actuar es necesario, por tanto, que no nos figuremos con facilidad las personalidades ajenas, sus penas y alegrías. Quien simpatiza, se detiene. El hombre de acción considera el mundo exterior como compuesto exclusivamente de materia inerte –inerte en sí misma, como una piedra sobre la que se pasa o a la que se aparta del camino; o inerte como un ser humano que, por no poder oponerle resistencia, tanto da que sea hombre o piedra, pues, como a la piedra, o se le apartó o se le pasó por encima. El máximo ejemplo de hombre práctico, por reunir la extrema concentración de la acción junto con su importancia extrema, es la del estratega. Toda la vida es guerra, y la batalla es, pues, la síntesis de la vida. Ahora bien, el estratega es un hombre que juega con vidas como el jugador de ajedrez juega con las piezas del juego. ¿Qué sería del estratega si pensara que cada lance de su juego lleva la noche a mil hogares y el dolor a tres mil corazones? ¿Qué sería del mundo si fuéramos humanos? Si el hombre sintiera de verdad, no habría civilización. El arte sirve de fuga hacia la sensibilidad que la acción tuvo que olvidar».

Por lo tanto, un buen estratega tiene el potencial de traicionar en su accionar tantas veces sea necesario en la búsqueda de sus fines. La palabra estratega proviene del griego stratēgós, que significa "general de un ejército". En la Antigua Grecia, strategos era el título que se le daba al comandante en jefe de un cuerpo militar terrestre. También se usaba para referirse a un gobernador militar en los imperios helenístico y bizantino.

Un estratega, lógicamente, es una persona que tiene conocimientos sobre estrategia. En general, se caracterizan por ser objetivos, fríos y realistas, y por argumentar con hechos y datos para tomar decisiones. En el ámbito empresarial, un estratega es un profesional que se encarga de impulsar un negocio, establecer metas y objetivos, y analizar el entorno empresarial. En el ámbito político, un estratega político puede ser un asesor independiente o un profesional que forma parte de un partido o organización. Todos con alta capacidad latente de ser traidores cuando las circunstancias así lo dicten.

Para Benjamin Kidd, el combativo hombre europeo (civilizador del mundo occidental) es un pagano que rinde homenaje, pero no entiende ni acepta en su corazón, la validez de «una religión que es la total negación de la fuerza». Ese hombre europeo ha introducido el espíritu de la guerra en todas las instituciones que ha creado y la creencia que la fuerza es el principio último del mundo. Ese hombre de la civilización occidental ha llegado a ser por la fuerza de las circunstancias el supremo animal de combate de la creación. La historia y la selección natural lo han hecho lo que es. Por la fuerza ha conquistado el mundo y por la fuerza lo controla. En Europa se han desarrollado guerras casi incomparables con el resto del mundo. Y la influencia de las diversas escuelas europeas de pensamiento sociopolítico y económico ha permeado la mayoría de los países del planeta. Tenemos sociedades agresivas donde dar o recibir puñaladas traperas es algo común.

Por otro lado, una puñalada trapera a la República Dominicana, propinada desde el poder, por la espalda y los costados, nunca de frente (por lo tanto, trapera), por los dos partidos políticos tradicionales mayoritarios a partir de 1996, que son: el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y el Partido Revolucionario (este, en sus dos siglas PRD => PRM), al permitir la inmigración masiva y descontrolada de nacionales haitianos indocumentados, sumado al gran negocio en la frontera con este gravísimo asunto migratorio.

Solo la aplicación, sin excepciones, de la ley de Migración y su reglamento, que penaliza la contratación de indocumentados, resolvería el problema en gran proporción. Sin trabajo aquí deben regresar a Haití: «La entrada, permanencia y salida de todos los ciudadanos extranjeros en la República Dominicana, están sujetas a lo reglamentado en la Ley No. 285- 04 sobre Migración y a lo establecido en el Decreto No. 613-11 sobre el Reglamento de Aplicación». La migración es bienvenida pero controlada y bajo criterios bien definidos que beneficien la sociedad dominicana y al inmigrante mismo. Pero se está aplicando lo que Pessoa planteó: los estrategas tienen otra agenda.

El desbordado endeudamiento público también es otra puñalada trapera a la nación dominicana. El enorme gasto tributario vía exenciones extraordinarias a las élites empresariales es otra puñalada trapera. El negocio eléctrico nacional, y el injustificado despilfarro de recursos que representa financiar una costosísima claque política; de igual modo, puñaladas traperas.

Los estrategas del gran capital global, a resumidas cuentas, podrían llevarnos a una conflagración nuclear si se endurecen los conflictos más allá de negociaciones oportunas. No es un tema de análisis geopolíticos detrás de protagonismos mediáticos. Son fuerzas hegemónicas enfrentadas y en tensión bélica por intereses. Si no se equilibran dentro de los conflictos actuales, pasaremos a niveles superiores de enfrentamiento, incluida la posibilidad nuclear: una puñalada trapera a la humanidad.

En el amor, las puñaladas traperas son igual de dramáticas y traumáticas. Todo un concierto de relatos podrían describirse en estos escenarios dados entre la pareja traicionera y la pareja traicionada... fuente de inspiración de poemas, canciones, dolores inenarrables y crímenes horrendos.

Todos luchamos, o por sobrevivir, o por destacar. Es inevitable en el proceso intentar esquivar la perversidad de los demás o, cuando sea posible, golpear nosotros primero. Es un baile entre zancadillas... cuidando siempre nuestra espalda, no descuidarla... una puñalada trapera siempre acecha al incauto. Como dice el vulgo: «No es la puñalada por la espalda la que duele, es cuando te das vuelta y miras quién tenía el cuchillo». A final de cuentas, después de tantas puñaladas, uno aprende a vivir con el cuchillo.

Autor del libro sociopolítico La Tríada II en Librería Cuesta.

Por Narciso Isa Conde
Diario Azua / 29 septiembre 2024.-

En otras oportunidades he escrito y hablado del significado de la Virgen de Las Mercedes como invento de alta jerarquía de Iglesia Católica, que acompañó la brutal conquista y colonización de Nuestra América, para exaltar su supuesta complicidad con el genocidio español contra los pueblos originarios de esta isla.

Recientemente los medios de comunicación informaron que la Vicepresidenta Raquel Peña encabezó la delegación del gobierno a la ceremonia del Santo Cerro, organizada por la cúpula católica dominicana -olvidándose del Sermón de Montesino y distanciándose del perdón pedido por el Papa Francisco por la complicidad de su iglesia con las matanzas ejecutadas por el imperio español- para seguir celebrando la supuesta aparición de la Virgen de Las Mercedes en respaldo al primer genocidio en esta isla.

Desde el púlpito de la iglesia del Santo Cerro, la vice declaró que estaba allí “sobre todo” para “acompañar a la Virgen de las Mercedes para que siga iluminando el camino de la prosperidad”, que al parecer se inició con aquella masacre.

Raquel es católica de la “teología de la dominación”, muy distante de la “teología de la liberación”, por lo que se explica su actitud. Ella pertenece a la élite capitalista de Santiago y de la PUCAMAIMA, muy vinculada a Agripino y pieza clave de la actual gestión neocolonialista.

No es extraño, pues, que Raquel fuera al Santo Cerro a rendir culto a la virgen inventada por los conquistadores, símbolo de lo mas conservador de la iglesia católica dominicana, para pedirle “ser guía y protección de este pueblo”

Esa actitud es armónica con la segunda figura de un régimen que en la actualidad sirve a la dominación imperialista y apoya a los nuevos conquistadores y colonialistas, con sede en la Casa Blanca; ella encaja muy bien con su complacencia con las mineras depredadoras, las intervenciones de USAID, Comando Sur y FMI, la entrega del Puerto de Manzanillo, el respaldo a Guaidó y al mata sacerdotes González Urrutia, y las alianzas con los Uribe. Noboa, Duque y comparsa.

Pero lo peor no es eso. Lo peor es que Raquel Peña preside el Gabinete de Educación de este país, lo que implica una mayor imposición del dogma religioso contra la ciencia en el sistema educativo, el uso del 4 % para enseñar a no pensar, el aplastamiento de la educación laica y la fusión en mayor escala del estado con la religión.
Estamos emplazados a enfrentar el enorme daño cultural que le está haciendo Abinader y su régimen (cada vez más empresarial-religioso), a este pueblo.

 

Por Emilia Santos Frias
Diario Azua / 29 septiembre 2024.-

Observar códigos éticos y morales desde el Periodismo, hace alusión a desarrollar cada día un mejor ejercicio profesional, siendo este un vehículo para potenciar el respeto y disfrute de las libertades humanas, como el derecho al honor, a la intimidad, y a la dignidad de las personas…

Esto más que identificar y hacer lo correcto desde el periodismo, y la vida personal como testimonio. Es más que normas y principios, es solución a problemáticas, desde un ejercicio, siempre apegado a la verdad: el gran compromiso. Por eso, la ética es un modo de vida en todos los escenarios del ser humano, quien es fuente de las noticias en sus distintos espacios de promoción simbólica: academia, escuela, familia, cine, iglesias, clubes…

La ética periodística condena la falsedad informativa, el rumor, y permite que se subsanen errores humanos, ocasionados por inobservancia. No así, los realizados con intención de dañar, y que son faltos a códigos deontológicos comunicacionales.

Es allí donde entra la falta de confianza de la población, que hoy se extiende también por los deep fake o contenidos generados por Inteligencia Artificial (IA), una nueva tendencia que puede falsear o modificar la realidad; apariencia, incluso, hasta la voz, de las personas y hacerles decir o hacer algo que nunca dijeron o hicieron.

Se recuerda el caso de las imágenes falsas o fakes generadas por IA, que se viralizaron recientemente, en las que se simula un romance entre los candidatos a presidir EE. UU, y que están en contienda para alcanzar sus metas en las próximas elecciones presidenciales del 5 de noviembre del año en curso: Kamala Harris y Donald Trump.

El hecho escenifica a estos candidatos como una pareja de enamorados que camina agarrada de la mano, se besa, construye una relación en la que posteriormente hay un embarazo y nacimiento de un hijo idéntico al padre. La ficción, es parte de la nueva realidad alternativa, creada a través de la IA. Como ese caso, muchos otros ocurren en nuestro diario vivir y las personas lo asumen como verdaderos.

Hace apenas un año que los seres humanos potenciaron el uso de la IA en todos los ámbitos relacionados con la creación de contenidos. Por ello, hoy, se generan diversos deep fakes relacionados con la información y la comunicación. La información es del profesor Alexandre López-Borrull, experto en Ciencias de la Información y de la Comunicación de la Universidad Abierta de Cataluña (UOC).

Esto genera debate acerca de la observancia de códigos éticos y morales que, sin lugar a dudas, aumentan valor al trabajo de los profesionales y evitan vulneración a derechos humanos. Crean imágenes, videos falsos que acompañan la narrativa y robustecen desinformación con contenido sensible. Pero eso sólo contribuye a generar desconfianza en las informaciones que son servidas para el interés general.

Lo que se espera es que la IA como todas las herramientas tecnológicas, pueda ser aprovechada en la creación de contenido para optimizar la eficiencia de los procesos de trabajo y contribuir a mitigar problemáticas sociales. Gracias a la automatización de tareas rutinarias y procesos repetitivos, que permitirá a los equipos centrarse en labores estratégicas y creativas, para mayor productividad, innovación y formulación de estrategias de comunicación oportunas.

Al usar la IA en la creación de contenidos, es necesario mostrar la realidad completa, no una parte idealizada. Cultivar las relaciones y fomentar interacción. La responsabilidad desde el periodismo está en el ejercicio a nivel digital; diseño, incluyendo de marca, publicidad, social media y la comunicación corporativa. Son afirmaciones de la maestra Sílvia Martínez, directora, versada en Gestión y Estrategia, también de la UOC.

Por eso, las y los periodistas al crear contenidos digitales generados con IA, deben recordar su sagrada responsabilidad social, como celosos guardianes de la democracia; profesional gladiador que usa las armas más poderosas conque cuenta la humanidad en la actualidad: la palabra y la información, y estas deben estar adheridas a la observancia de códigos éticos y morales.

Hasta la próxima entrega.

La autora reside en Santo Domingo
Es educadora, periodista, abogada y locutora.

viernes, 27 de septiembre de 2024

Por Néstor Estévez
Diario Azua / 26 septiembre 2024

Mientras se está jugando con candela todo parece muy divertido. Pero cuando surgen las dificultades, entonces la diversión puede convertirse en todo lo contrario.

De hecho, el propio saber popular cuenta con muchas advertencias a quienes juegan con fuego. Entre esas advertencias, las hay con clara alusión al fuego; pero también las hay en lenguaje figurado, con aplicación para una amplia diversidad de actividades humanas.

Y aunque existan muchos mecanismos de distracción, desde hace mucho tiempo se viene jugando con fuego en relación con la paz. El Secretario General de Naciones Unidas acaba de expresar que “el estado de nuestro mundo es insostenible”. Y eso se debe a un trío, referido por António Guterres, que funciona a modo de alianza para el mal: impunidad, desigualdad e incertidumbre.

Como se habrá de recordar, gente que intentó imponerse por la fuerza puso al mundo en grave peligro. Como modo de contener a esa gente se acogió la idea de la unidad. Eso se convirtió en germen para que surgiera la Organización de las Naciones Unidas, como expresión de un orden mundial basado en la paz y en la igualdad soberana de los Estados.

Ya sabemos que su seno ha servido para escuchar a Chávez diciendo “aquí estuvo el diablo”, para ver a Bukele tomándose una “selfie”, para ver a Nikita Khrushchev blandiendo un zapato desde el podio, entre otras manifestaciones singulares.

Pero también hemos de saber que solo en la medida en que logremos entendernos por medios civilizados, será posible mantener la imprescindible seguridad que se necesita para el avance, a menos que se siga apelando al “teatro” y apostando a que otros “paguen los platos rotos”.

El denominado “Pacto para el Futuro” adoptado por los 193 Estados miembros de la ONU, incluye llamados a la acción ante desafíos como el mantenimiento de la paz, el cambio climático y las potenciales amenazas de la inteligencia artificial (IA).

La aspiración es que realmente se logre recorrer “el trecho entre el dicho y el hecho”. Pero a juzgar por la experiencia con los “Objetivos del Milenio” y hasta con los vigentes “ODS”, una cosa ha sido el discurso verbal y escrito, y otra ha sido el de las acciones.

Definición clara de objetivos y prioridades no ha faltado. Y entonces, ¿habrá faltado priorización con real inclusión? A la hora de pasar balance, ¿hemos medido la integración de los gobiernos en sus distintos niveles (nacional, regional y local), el sector privado, organizaciones no gubernamentales (ONG), la academia y la sociedad civil?

Como se ha explicado muchas veces, el enfoque participativo no solo mejora la calidad de las políticas, sino que también fortalece la legitimidad democrática del proceso. Según Hajer y Wagenaar (2003), la gobernanza colaborativa facilita la integración de diferentes perspectivas, lo que enriquece el diseño de las políticas y aumenta las posibilidades de éxito en su implementación.

En tiempos de tantas prácticas mesiánicas, quizás convenga recordar que es la colaboración con actores locales lo que permite adaptar las políticas a las realidades concretas de las comunidades, y eso reduce el riesgo de fallos en su aplicación.

Está explicado desde el siglo pasado, pero “no hay peor sordo que quien no quiere escuchar” ni “peor ciego que quien no quiere ver”. La falta de comunicación y cooperación entre ministerios y otras dependencias gubernamentales suele generar duplicidad de esfuerzos, desperdicio de recursos y políticas contradictorias. Pero ciertos egos, las denominadas “islas de poder” y hasta aquello de que “cada quien aplica su librito” tiran por la borda muchísimas iniciativas.

Finalmente, al momento de comunicar desde el Estado, ¿nos empeñamos en “que el jefe quede bien” o en dar a conocer las políticas de manera que otros sectores puedan involucrarse? Ojalá se logre entender las ventajas de que las personas comprendan qué implican las políticas, cómo les afectarán y cómo pueden participar en su implementación. La falta de una comunicación clara suele generar desconfianza, resistencia e incluso el fracaso de muchas políticas bien diseñadas.

Los mal llamados líderes, ¿no entenderán eso? ¿Continuarán apelando al entretenimiento? ¿Seguirán confiando en que otros “paguen los platos rotos”? ¿Pretenderán seguir “jugando con candela”? Confío en que todavía estemos a tiempo.