Titulares

jueves, 26 de julio de 2018

La otra cara de la Policía Nacional en la República Dominicana

Por Víctor Peña

La Policía Nacional en la Republica Dominicana en los últimos tiempos se ha mantenido a fuego cruzado, ya que no solo está siendo atacada por los delincuentes comunes quienes han dejado varias bajas en sus filas, sino que reciben el castigo de la sociedad por el comportamiento que exhiben algunos de sus miembros.

Con frecuencia vemos que de cada 10 casos delictivos realizados en el país por lo menos un policía está envuelto directamente y no solo como parte opuesta al delito, jugando su rol de velar por la seguridad de la ciudadanía y en salvaguarda de sus bienes, sino como parte de los grupos de malhechores que lo comenten. 

Por eso la petición repetitiva a un solo clamor de la sociedad civil, de que nuestra policía nacional sea reestructurada de arriba a abajo, que se depuren sus miembros, para poder limpiar sus filas de ciertos agentes que irrespetan el uniforme.

Pero como cada regla tiene su excepción, no todo se ha perdido y existen muchos miembros que representan el rostro humano y solidario que sacan la cara por esta institución, creo firmemente que los buenos representantes de este cuerpo de civiles armado son más.

El teniente Martín Suarez Tapia del destacamento de policía del Barrio Los Guandules a parte de cumplir con su responsabilidad de oficial saca de su tiempo libre para unirse a los niños y jóvenes de la populosa barriada y pintar murales en paredes como parte de un plan de embellecimiento, a la vez despliega una labor social que debería ser una norma dentro de esta institución.

Estas acciones son las que sensibilizan la población dominicana que está ávida de instituciones que vayan al auxilio de nuestros niños y jóvenes de nuestros barrios, no solo para reprimirlos y enfrentarlos cuando están delinquiendo, sino de instruir y guiar por el buen camino para que estos no desvíen lo que es su desarrollo normal como seres humanos, para que puedan ser entes de provecho apegados a la ética y las buenas costumbres, por eso mi admiración y mi respetos al oficial Suarez y a los que como él han emprendido el camino de trabajar y apostar por niños y jóvenes sanos.
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