Por Araceli Aguilar Salgado
/ Diario Azua / 18 agosto 2021.-
“Tenochtitlan, la Venecia del Nuevo Mundo, ubicada en medio de un lago, aislada, a la que solo se podía acceder por tres calzadas era una ciudad impresionante por sus dimensiones, por sus jardines y por sus espaciosos palacios y plazas que cautivó a Hernán Cortés hace cinco siglos.”
Todo comenzó el 22 de abril de 1519. Aquel día Hernán Cortés desembarcó en las costas de Veracruz, meses más tarde, en noviembre de ese mismo año, se encontró por primera vez con el tlatoani de los mexicas Moctezuma, Xocoyotzin, quien le permitió el ingreso a la ciudad, casi dos años después, el 13 de agosto de 1521 se produjo la caída de la gran ciudad México-Tenochtitlan.
Conmemoramos los 500 años de resistencia indígena y cultural, la caída del imperio mexica, un choque de cosmovisiones que trajo aparejado la subordinación y, en gran medida, la extinción de nuestra vasta cultura; en el imaginario colectivo, quedaron resquicios de racismo y clasismo que hasta la fecha perduran y que nos laceran como sociedad.
Basta con ver la vulnerabilidad con que se encuentran comunidades indígenas y pueblos originarios que continuamente en pie de lucha, conquistando sus derechos y su identidad o la omisión para rescatar lenguas madre y recuperar tradiciones que con el tiempo se han olvidado.
El golpe fue tan duro que por años menospreciamos la megadiversidad cultural que tiene este país y que solo se le compara con su enorme riqueza natural, fué justo ahora 500 años, la ciudad indígena de México-Tenochtitlan -hoy Ciudad de México- fue capturada luego de un estado de sitio y batallas encarnizadas que se prolongaron durante tres meses.
Era la conquista de México, la cual fue protagonizada por miles de guerreros con rostro y color de piel familiar para los mexicas que gobernaban aquella imponente urbe, que tal hazaña fue obra de un ejército 99% indígena, el otro 1% era un contingente de hispanos, esclavos africanos e indígenas caribeños encabezados por un hombre, el español Hernán Cortés.
Los pueblos indígenas de la región eran muchos y cada uno actuaba conforme a sus propios intereses, había señoríos, los atépetl, cada uno de las cuales tenía su propio gobernante (tlatoani), su pueblo y su territorio, en la práctica funcionaban como ciudad-Estado, cada uno de los cuales construía alianzas para expandirse y defenderse, la más poderosa era la Triple Alianza, conformada por los señoríos de México-Tenochtitlan, Texcoco y Tacuba, que controlaban a decenas de pueblos de los alrededores, en algún momento más de 50.
Los señoríos bajo su dominio debían pagar tributo y servirles de apoyo militar, administrativo y hasta religioso y había pueblos rivales de los mexicas, como la Confederación de Tlaxcallan donde hoy se ubica el estado de Tlaxcala, con quienes tuvieron guerras y conflictos mucho antes de la llegada de los europeos.
Hay muchos pueblos que estaban resentidos con los mexicas por la política expansionista y las reformas de Moctezuma", el gobernante de la Triple Alianza.
Los hispanos habían tenido un primer encuentro con Moctezuma en 1519, pero en junio del año siguiente fueron expulsados de la ciudad tras el enfrentamiento de la "Noche Triste., entonces vino una recomposición de fuerzas que dio fin al dominio mexica un año después Cortés se dio cuenta de que debía regresar con una gran alianza indígena para avanzar sobre un objetivo común: la poderosa Triple Alianza.
Lo que los une es un enemigo común, los tenochcas, y la mutua necesidad, los pueblos que se aliaron con Cortés, la alianza que establecieron los pueblos indígenas con los hispanos fue clave para asediar entre mayo y agosto de 1521 a la ciudad de México-Tenochtitlan, la cual vivía momentos de debilidad, además de contar con un número de combatientes a caballo y armamento europeo, la fuerza principal del ejército invasor eran los miles de indígenas -principalmente tlaxcaltecas- para combatir la resistencia mexica.
Pero también había fuerza indígena de muchos otros pueblos: Cempoala, Quiahuiztlan, Texcoco, Chalco, Xochimilco, Azcapotzalco y Mixquic, era un ejército enorme e imponente, con muchísimos efectivos, sobre todo indígenas, por cada español habría 10 o 15 indígenas, además de las fuerzas de apoyo, la victoria hispano-indígena fue gradual, con avances y retrocesos jornada tras jornada a partir de mayo de 1521.
Los españoles mandaron construir 13 bergantines, unas embarcaciones que fueron clave para vencer a las canoas que los mexicas usaron exitosamente en el pasado para defender el lago que rodeaba a México-Tenochtitlan, luego de varios enfrentamientos, se lograron posicionar en tres de las calzadas que contactaban la isla de Tenochtitlan y su ciudad hermana, Tlatelolco, con tierra firme, cortando así todo suministro de comida y apoyo militar.
También cortaron el agua potable, haciendo que lentamente cayeran las bajas -calculadas en decenas de miles- y la moral de la ciudad mexica, los mexicas tuvieron algunas victorias en las que capturaron españoles a los que les dieron muerte y colocaron sus cabezas en sitios notorios para intimidar a los enemigos
La caída de Cuauhtémoc y la Triple Alianza, cansados del lento avance, y las bajas producto de las pequeñas batallas que ganaban los mexicas, las huestes de Cortés exigieron un ataque final, aun dubitativo, el líder del ejército hispano-indígena optó entonces por una ofensiva devastadora y desmoralizante contra el enemigo, para minar la confianza de los mexicas nuevamente, que ahora ya sabían la forma de combatir de los españoles, consideró que debía mostrar una crueldad nunca antes vista.
En la calzada de Iztapalapa, según relató el propio Cortés en sus "Cartas de Relación", encontró a mujeres y niños buscando comida, casi sin dudarlo, se lanzó sobre ellos junto con los tlaxcaltecas, matándolos en cantidades que, según él mismo, superaron el número de ochocientos, primero cayó Tenochtitlan. Después los españoles avanzaron hasta Tlatelolco, el último reducto donde estaba Cuauhtémoc, el último gobernante mexica, el 13 de agosto de 1521, el tlatoani fue capturado y llevado ante Cortés.
Cuauhtémoc le pide al conquistador que lo mate con su daga, a lo que Cortés se muestra compasivo y lo perdona, y allí, en esa fecha tan importante para el mundo mesoamericano, el 13 de agosto de 1521 (…), la Triple Alianza es capturada por Cortés y sus aliados tlaxcaltecas, los pueblos indígenas que se aliaron a los europeos han cargado con el señalamiento de traición desde que la toma de México-Tenochtitlan se cuenta desde el punto de vista nacionalista mexicano.
La indígena cuyo nombre en la lengua náhuatl, la hablada por los aztecas, era Malintzin o Malinalli, pasó sus primeros años de vida en la zona sureste del estado de Veracruz, cerca de Coatzacoalcos mujer conocida como "la Malinche", quien pasó de ser heredera de un padre poderoso a esclava y al final traductora, consejera y amante del conquistador Hernán Cortés, en su travesía hacia la toma del Imperio azteca, entre 1519 y 1521, la mujer dejó de ser Malintzin y Marina, y se encumbró en lo más alto de la avanzada conquistadora como Doña Marina.
Sin embargo, durante generaciones ha sido reducida a una traidora no solo en el imaginario colectivo, sino también en la narración de la historia predominante, "La Malinche es considerada como la que tiene la culpa de todas las desgracias nacionales y de todas las batallas perdidas en la historia de México.
Mas la realidad no fue solo la traductora que se unió a los españoles sino una mujer desechada por su familia por su género, esclavizada, violada y pasada de mano en mano hasta ser entregada a los españoles, Doña Marina no solo estuvo al servicio de Cortés como mensajera y consejera, sino también como amante con quien procreó a Martín Cortés, quien es el primer mexicano mestizo conocido con nombre y apellido.
El símbolo de la entrega es doña Malinche, la amante de Cortés. Es verdad que ella se da voluntariamente al conquistador, pero éste, apenas deja de serle útil, la olvida, Y esa es la suerte que corrió la Malinche, a quien en sus textos y memorias Cortés la deja en el olvido, no así en el imaginario de los mexicanos, donde hasta la actualidad queda bien fijada como la traidora.
No había una idea de 'lo indígena' como tal. Esa idea es producto de la conquista, no es anterior a ella, de hecho, la alianza originalmente fue una propuesta de los indígenas de Cempoala y Quiahuiztlan, reforzada por los tlaxcaltecas, pero la entendían en distintos términos.
Para Cortés, los pueblos indígenas se dan por vasallos a la Iglesia católica por intermedio de él, para los indígenas, es una relación entre iguales, entre amigos que establecen un pacto de mutuo apoyo político-militar, ellos no saben qué es un rey ni mucho menos qué es ser católico, la historia muestra que, al apoyar la conquista hispana, los indígenas perdieron todo poder con el establecimiento de la colonia española.
Pero eso no lo podían saber en ese momento, los indígenas vieron a un grupo de gente rara que podría ayudarles a sus intereses, pero no eran conscientes de lo que venía, nadie podría haberlo estado, en la política de ayer y de hoy, todo plan se hace con malicia. No lo veamos en términos morales, veámoslo en términos culturales, los españoles de esa época no tenían que ser hermanas de la caridad, ni los indígenas, que eran explotadores.
El 13 de agosto de 1521 terminó la era de la Triple Alianza en el poder, pero no ocurrió un cambio de la noche a la mañana, pasaron décadas para que se consolidara un nuevo orden de la vida en el territorio de dominio mexica que pasó a ser el de la Nueva España.
No es solo la sustitución de un grupo de poder por otro: fue un cambio cultural, político, económico, lingüístico, biológico radical, a partir de la captura de México-Tenochtitlan, la empresa hispana en América se extendería hacia una enorme expansión por Centro y Sudamérica en las décadas siguientes.
A partir de esa fecha inicia el primer gran capítulo de la construcción del mundo moderno, los pueblos de la región de Mesoamérica -a la que pertenecía México-Tenochtitlan- no acaban en 1521, la caída del Imperio Azteca marcó el inicio de la Colonia española, la cual duraría alrededor de 300 años y trajo consigo la imposición de la cultura occidental entre las culturas mesoamericanas, sino que empiezan a transformarse, y es el inicio de una enorme experiencia cultural que es Nueva España.
Por lo que hoy en un momento en el que nuestras sociedades latinoamericanas deben reconocerse plurales, multiculturales y con historicidades diversas.
“La conquista de México es esencialmente la que establece los aspectos primordiales de la localidad, la economía, la cultura y la ciencia, lo que poseemos en cambio es el reemplazo de una cultura por la occidental”
Araceli Aguilar Salgado Periodista, Abogada, Ingeniera, Escritora, Presidenta del Congreso Hispanoamericano de Prensa, Analista y comentarista mexicana, del Estado de Guerrero, México.
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