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domingo, 23 de febrero de 2025

Los ministros destituidos, designados asesores del Poder Ejecutivo.

Por Alfredo Cruz Polanco
(alfredocruzpolanco@gmail com)
Diario Azua / 23 febrero 2025.-

Desde hace mucho tiempo, en todos los gobiernos de nuestro país, los presidentes
de turno, luego de destituir a ministros y a funcionarios de cierta relevancia, que no pudieron realizar una buena labor o cumplir con las responsabilidades asignadas, designan a la mayoría de ellos, por decreto
y con el mismo sueldo de ministro, como asesor del Presidente de la República, en
las áreas que anteriormente desempeñaban.

Estas decisiones, aunque están contempladas dentro de sus atribuciones constitucionales, envía una mala señal al país, pues una persona que fracasó en el cumplimiento de sus funciones y en las responsabilidades asignadas, ¿Cómo y en qué forma podría asesorar al primer mandatario de la nación?

Recientemente, tenemos el caso de los exministros de Educación, licenciado Ángel Hernández, y el de Obras Públicas y Comunicaciones, Ing. Deligne Alberto Ascensión, que luego de ser destituidos, fueron designados asesores del Presidente de la República en sus respectivas áreas.

Lo mismo se había hecho antes con el exministro de Educación, Roberto Furcal Encarnación, quien después de verse envuelto en grandes escándalos de corrupción, fue destituido del cargo, se tomó unas vacaciones supuestamente por problemas de salud, hasta que su caso
se enfriará. Al cabo de unos meses después, se integró a la campaña política del Presidente Abinader, siendo designado asesor político de este. Y como si nada hubiese pasado, colorín colorado, ese cuento se ha acabado.

Esta medida le quita la oportunidad a otras personas que también aspiran a formar parte de la nómina pública del Estado dominicano.

Lo mismo ha sucedido con los directores de la Policía Nacional y de algunas áreas del Ministerio de Defensa (MIDE), que luego de haber fracasados, de haber realizado una pésima labor y verse involucrados en grandes escándalos de corrupción, son también designados como asesores del ejecutivo en materia de seguridad, lo que significa una total aberración.

Un asesor del primer mandatario de la nación, en cualquier área, debe ser una persona de una reconocida y acrisolada solvencia moral y honestidad, de una gran capacidad profesional y dominio del área a asesorar. En otras palabras, no debe ser una persona cualquiera.

La mayoría no asisten a cumplir con sus funciones, pues ni siquiera tienen un despacho asignado. Un primer mandatario no debe rodearse de figuras descalificadas, pues su designación le podría acarrear un gran daño a la figura e imagen del Presidente de la República. Ojalá se reflexione sobre este tema. Hasta la próxima.

El autor es Contador Público Autorizado y
Máster en Relaciones Internacionales,
exdiputado al Congreso Nacional y
Miembro de la Cámara de Cuentas de la República 2010-2016.
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