Titulares

lunes, 1 de agosto de 2022

Sobre la liberación de los impuestos a regalos llevados a la República Dominicana por la diáspora dominicana.


La diáspora no tiene quien le escriba.

Por: Omar Nivar
 / Diario Azua / 01 agosto 2022.-

Los altos costos de los servicios consulares, la falta del fomento y promoción de la cultura por parte de la sedes diplomáticas y representantes (Diputados de Ultramar), carencia de mecanismos que garanticen el acceso al crédito en los países donde residen los dominicanos, los altos costo de los boletos aéreos hacia y desde la República Dominicana, siendo de los más caros de la región debido a sus tasas impositivas; a eso se le añade el cobro de los 10 dólares de la tarjeta de turista a los dominicanos al viajar al país, como si fuésemos turistas.

En definitiva, no existe una política desde el Estado dominicano que garantice un mejor trato a quienes, por muchos años, han sido parte de las columnas que sostienen la estabilidad económica que goza el país; lo que deja ver que los dominicanos en el exterior no tienen quien los represente a pesar de los siete diputados que les corresponden, de acuerdo al artículo 81 de la Constitución de la República Dominicana del 2010.

Partiendo de lo antes señalado, analizaremos lo que en los últimos días hemos visto sobre los anteproyectos de ley que se han promovido en la Cámara de Diputados de la Republica Dominicana; pero, en este caso, nos referiremos a la iniciativa que los honorables diputados aprobaron de urgencia en dos lecturas y a unanimidad: el proyecto de ley que libera de impuestos de importación los regalos que traigan al país los dominicanos residentes en el extranjero.

Iniciativa que saludamos de manera positiva y, a la vez, nos hace cuestionar:

¿Verdaderamente, favorece a los miles de dominicanos que se encuentran fuera del país?
Entendemos que no.

La pieza, de la autoría del diputado Ramón Ceballos, no favorece en nada a la comunidad dominicana que reside fuera del país; este tipo de legislación la denominamos como una acción paliativa; la cual consideramos como "sensación de parcheo" que busca tapar ciertos huecos, pero su finalidad no es resolver ninguna de las problemáticas que aquejan a una comunidad laboriosa y solidaria.

Y es que esta ley no pretende resolver ninguna de las preocupaciones mencionadas, puesto que, con el gran auge de las plataformas digitales para realizar compras online como (Amazon), facilitan a que las personas puedan realizar sus compras de regalos de acuerdo a las necesidades reales que tienen las familias; además, partiendo de un mundo tan globalizado comercialmente, hoy, se encuentran todo tipo de productos en las tiendas del país.

Casi a tres años de la legislación, la función de los diputados de los dominicanos en el exterior queda en entredicho, ya que a nuestro juicio, estos no arrojan aún los resultados esperados.

Pero cuál es la carpeta laboral de estos diputados?

Dónde está la lista de las iniciativas de leyes en las que participan de manera directa en los casi tres años de gestión, relacionadas con la comunidad que deben representar.

Los llamados diputados de ultramar, que representan a los miles de dominicanos residentes en lugares como Estados Unidos, Europa, Canadá, Venezuela, Panamá y Puerto Rico, dicen que han logrado la aprobación de importantes leyes y resoluciones para beneficiar a sus comunidades.

Entre estos, cabe citar la actual ley que libera de impuestos de importación los regalos, proyecto que crea fondo de auxilio a la diáspora, proyecto de ley para la enseñanza del inglés en el país como segundo idioma y, lo más insólito, el Carnaval de La Vega como Patrimonio Cultural de la República Dominicana, (como si este tipo de iniciativas beneficiará a la diáspora); estos proyectos que hemos citados son los que se recogen en las notas de prensa que envían los honorables a los medios de comunicación, ya que ninguno ha presentado un informe que rinda cuentas de las actividades que realizan en pro de los dominicanos que residen en el exterior.

Un diputado de ultramar tiene las mismas prerrogativas que las de uno nacional, por lo que participa, activamente, en las diferentes sesiones y comisiones de trabajo del hemiciclo, pero a estos se les olvida y por eso descuidan su papel fundamental de representar y propiciar convenios que favorezcan a la diáspora.

Sin embargo, es evidente que ante las iniciativas citadas, estos legisladores no han presentado ante la Cámara de Diputados una sola acción que, verdaderamente, evidencie un impacto o que esté dirigida a favorecer a la comunidad dominicana en el exterior.

Nos quedaremos con las intrigas y las dudas de querer saber a quién beneficia esta ley, porque de lo que sí estoy seguro es que no todos los dominicanos se acogerán a llevar regalos de 2,500 dólares.

Concluimos con la reflexión de que es deber del Estado fomentar el bienestar y la calidad de vida de los ciudadanos dominicanos, tanto en el territorio nacional, como en el exterior, por lo que hacemos un llamado a la diáspora dominicana para que juntos incidamos en un nuevo y mejor trato desde el Estado, donde se reconozcan los inmensos aportes que esta comunidad realiza al país.

Entendemos que es tiempo de una verdadera representación que transforme; educar para integrar.
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