Titulares

viernes, 10 de abril de 2020

José Ortega y Gasset ¿Qué es la técnica?


Reynaldo García, filósofo

El presente artículo pretende establecer la validez y actualidad de los escritos orteguian o sobre la técnica. Donde se mostrará las consecuencias del mundo de la técnica en el mundo actual, desde un punto de vista ecológico. 

Considerando la dimensión que esta ha tenido en el hombre desde sus inicios, ya que para Ortega y Gasset el hombre es un ser técnico porque nace siéndolo, nace trascendente con la técnica.

La técnica es la reacción enérgica contra la naturaleza o circunstancia que lleva a crear entre esta y el hombre una nueva naturaleza puesta sobre aquella, una Sobrenaturaleza y esta a su vez una sobresociedad. 

La técnica es lo que nos diferencia de los animales ya que el animal es un ser atécnico, este tiene que arreglárselas con lo que encuentra dado ahí y satisfacerse o morir cuando no encuentra lo que necesita, el hombre, merced a su don técnico, hace que se encuentre siempre en su derredor lo que ha menester-crea, pues, una circunstancia nueva este adapta la naturaleza a sus necesidades.

La técnica es lo contrario de la adaptación del sujeto al medio, puesto que es la adaptación del medio al sujeto. El hombre no se conforma con la que encuentra en el mundo por eso crea, lo modifica, lo adapta a su voluntad.

Ortega critica el concepto de técnica en la edad moderna-actual, considera que al hombre actual no sabe que ser, le falta imaginación para inventar el argumento de su propia vida. El hombre modifica la naturaleza, pero no sabe porque lo hace.

En la pregunta ¿quién predomina sobre quien, del hombre o la técnica? El hombre crea y se sirve de la técnica como instrumento; pero la técnica determina la vida humana hasta tal punto que, sin aquella, ésta no sería hoy concebible. 

El hombre forma parte de dos mundos: uno interior o parte extranatural y otro exterior a parte natural, ambos están siempre en conflicto, pero el hombre trata de armonizarlo imponiendo el primero a segundo.

¿Es menester la técnica para el hombre?

Cuando hablamos del ser humano, pensamos en ese sujeto que se la ingenia, que construye, para poder suplir las necesidades primarias, pero que también busca la manera de satisfacer aquellas que son creadas por él, el hombre es un ser insatisfecho, siempre quiere aquello que nunca ha tenido; el hombre es un ser técnico, siempre desarrolla la técnica como un estilo de vida, por ejemplo: el hombre primitivo en una segunda etapa, para taparse del sol, la lluvia y como alojamiento, construyo chozas, y así la técnica de crear espacios para el alojamiento la ha ido perfeccionando.

Analizar el hombre en sentido estricto posee una dualidad, primero tenemos el hombre interior, donde se construye la vida, donde si se quiere hablar con rigor del hombre, solo es permitido hacerlo desde el interior de este, donde está el auténtico ser del hombre, y tenemos la segunda imagen, el hombre exterior, es ese otro que construimos, es el reflejo que creamos del hombre, como diría Martin Buber, es una relación yo-tu tu-yo, analizar la conducta externa de este otro y todos sus movimientos nos permitiría comenzar a construir ese ser técnico. 

Ortega sostiene que los movimientos técnicos son un rasgo constitutivo del hombre, mientras existan nichos de personas en demanda de un movimiento técnico este permanecerá, los movimientos técnicos se tratan de los manejos que realiza el hombre cuando fabrica un objeto. 

Una de las leyes más claras de la historia universal es el hecho de que los movimientos técnicos del hombre han aumentado continuamente en número y en intensidad, es decir, que la ocupación técnica del hombre —en este sentido estricto— se ha desarrollado con un indudable progreso; o, lo que es lo mismo, que el hombre, en una medida creciente, es un ser técnico.

Ortega clasifica el progreso de la técnica como ese esfuerzo por inventar, crear, y ejecutar esos inventos del hombre, que son un parte del quehacer del hombre, ha esto Ortega llama actos técnicos no son aquéllos en que hacemos esfuerzos para satisfacer directamente nuestras necesidades, sean éstas elementales o francamente superfluas, sino aquéllos en que dedicamos el esfuerzo, primero, a inventar y luego a ejecutar un plan de actividad que nos permita: 

1º Asegurar la satisfacción de las necesidades, por lo pronto, elementales. Estas necesidades elementales son aquellas de súper vivencia. El hombre primero se preocupa por súper vivir, y luego por alcanzar un estado mejor que el que le proporciona la naturaleza.

2º Lograr esa satisfacción con el mínimo esfuerzo. 

3º Crearnos posibilidades completamente nuevas produciendo objetos que no hay en la naturaleza del hombre. Así el navegar, el volar, el hablar con el antípoda mediante el telégrafo o la radiocomunicación.

El hombre es un creacionista, cuando fabrica objetos el hombre está plasmando toda la ideación que ha tenido de ese artefacto plasmado, el hombre siempre se está construyendo y reconstruyendo, por eso esa ocupación técnica del hombre permite ese desarrollo que se llama progreso. 

El hombre en su afán de crear engranaje de artefacto o la combinación de elementos, se impone ante la naturaleza, y obliga a esta a ofrecerle mejores formas que favorecen al hombre. 

¿Qué seria del hombre sin la técnica? Sería un ser inservible en el entorno en que se desenvuelve, ser técnico es lo que le da sentido a la vida, ese hacerse constante. Hoy el hombre no vive ya en la naturaleza, sino que está alojado en la sobrenaturaleza que ha creado, en un nuevo día del génesis, la técnica. 

Esa sobrenaturaleza creada por el hombre superfluo, es lo que le permite innovar en la técnica.

El hombre gasta y desgasta, los instrumentos técnicos, es decir, que, cuando ya los ha fabricado, los tiene en funcionamiento, los hace funcionar. 

Esto es un auténtico hacer del hombre. Pero frente a los objetos artísticos, el hombre no aparece tan simple. No los gasta, ni mucho menos los desgasta. 

La construcción de herramienta es una muestra del tecnicismos del hombre, pero no siempre se puede gastar y desgastar el producto de la técnica, cuando estamos frente a un texto no podemos hacer uso de el de manera física, pero si de una forma abstracta, del intelecto, la técnica se ha vuelto un monstruo más gigante de lo que el hombre ha pensado, el surgimiento de nuevas técnica, ha alienado y coartado al ser humano, la solución de sus problemas le ha generado otros más extenso, La técnica cuya misión es resolverle al hombre problemas se le ha convertido de pronto en un nuevo y gigantesco problema.

Tengamos bien claro el significado de la técnica, porque entender la técnica como la reforma que el hombre le impone a la naturaleza en busca de su satisfacción, el hombre violenta el curso natural de la naturaleza, creando una sobrenaturaleza, y lo que Ortega llama necesidades superflua, la técnica para él es la reforma de la naturaleza, de esa naturaleza que nos hace necesitados y menesterosos, reforma en sentido tal que las necesidades quedan a ser posibles anuladas por dejar de ser problemas su satisfacción. 

Para nuestro autor la técnica no es más que esa obligación, esa encrucijada que nos crea la naturaleza y nos imposibilitan de violentar el curso normal de la misma, y nos crean angustia, necesidades, preocupaciones.

Ortega distingue tres tipos históricos de técnica: técnica del azar (una técnica se descubre por azar), del artesano (una técnica descubierta por azar es concienciada y transmitida a otra generación por medio del artesano) y del ingeniero (sólo al incorporarse la ciencia moderna a la técnica, hasta ese momento definida como destreza, surge la técnica científica o, propiamente, tecnología).

El hecho de definir al ser humano como un yo en relación activa con la circunstancia lleva a Ortega a considerar la técnica como aspecto esencial del hombre, pues por ella será capaz de crear progresivamente una circunstancia más suya. Si para Ortega el hombre podría quedar definido como "homo faber", no lo sería sólo por su capacidad para crear artefactos materiales sino, también, por su creatividad espiritual.

El hombre, en virtud de su diferencia específica y ontológica frente a los demás animales, aparece ante Ortega como la única fuente de racionalidad del universo, con capacidad, además, para imponerla o transferirla mediante una acción artificializadora de carácter técnico, en virtud de su peculiar estructura la acción artificializadora técnica, por su implicación simultánea de los dominios transcendental. 

El tipo de transformación que sobre lo natural produce la acción técnica permite concebir en el hombre, tal como lo concibe Ortega, la esperanza de transformar el universo en creatura suya, es decir, en un ser hecho por él y, como secuela, a su servicio.

El vie., 14 de febrero de 2020 11:23 AM, Hector Garcia Santos <hectorgarciasantos1@gmail.com> escribió:

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