Por Edwin Santana
Finalmente, para concluir esta serie de artículos sobre la influencia que tuvieron las ideas ilustradas que surgieron en España durante el denominado siglo de las luces, vamos a encarar el tema de nuestra patria, nuestra nación y veremos cómo en Santo Domingo, también hay criollos que fueron influidos por ese espíritu y se propusieron, a raíz del impulso de aquél ideal, independizar política e ideológicamente, nuestras tierras de toda potencia extranjera.
La constitución de Cádiz de 1812 reconoce la libertad de imprenta, abole el tribunal de la Inquisición. El hecho de que se pudiera imprimir libremente, dio un empuje a los ilustrados dominicanos para promover sus ideales y atizar la crítica poniendo de relieve los males sociales y la necesidad de cambios políticos.
El momentum de los habitantes de Santo Domingo español es de profunda confusión: ya habían sido haitianos, habían sido franceses y españoles una y otra vez, pero ahora, ya no sabían lo que eran. Existía pues una crisis espiritual y una crisis económica que hacia languidecer al pueblo dominicano en la miseria.
Los primeros ilustrados dominicanos recibieron la influencia directa de las ideas del siglo XVIII y de los procesos revolucionarios de toda Hispanoamérica y les volvieron críticos de puntos cruciales de la ideología escolástica imperante del momento. Se criticó el criterio de autoridad, las ideas innatas, la deducción y la física de Aristóteles, entre otros asuntos antes impensables de ser refutados por la represión directa de un cruento tribunal, el de la Inquisición
Sánchez Valverde, por ejemplo, en la epístola que dirige al Conde San Xavier, hace señalamientos duros y críticos a Aristóteles y Santo Tomas de Aquino, y lo hace desde la posición moderna de Bacon y Descartes. Andrés López de Medrano, por su parte, critico en sus textos (textos que fueron utilizados en la Universidad Santo Tomas –hoy UASD- para ilustrar a la juventud de la época) las ideas innatas y el criterio de autoridad, todo esto, sirviéndose de la filosofía de Condillac, Locke, Leibniz, Bacon y Descartes.
López de Medrano fue un defensor de la libertad de pensamiento y de prensa como armas para un cambio social y se convirtió en el intelectual detrás de la Independencia Efímera de 1821 que tuvo como protagonista de la acción a José Núñez de Cáceres.
La Independencia Efímera dominicana también se sustentaba en las ideas de Montesquieu y Rousseau en lo relativo a la división de poderes del Estado y el contrato social, como se evidencia en los documentos puestos a circular por los ilustrados dominicanos para justificar su obra política y social.
Previo a la acción independizadora, los ilustrados dominicanos se reunían y debatían acerca de las ideas más influyentes en Europa, acerca de los acontecimientos que acaecían en el viejo continente y en las colonias en América, acerca de las luchas, las rebeliones, las independencias, etc. Estaban al tanto de su actualidad, de su realidad, y entendían que era el momento oportuno para romper definitivamente con España y unirse al ideal de la Gran Colombia que promovía Simón Bolívar.
Los ilustrados dominicanos tomaron acción encabezados por José Núñez de Cáceres y declararon la parte este de la isla independiente con un Gobierno Provisional denominado “Gobierno Provisional del Estado Independiente del Haití Español”.
Esta denominada “independencia efímera”, es la que va acorde con los tiempos. Aunque las condiciones no se dieron favorablemente y fue abortada en febrero de 1822 con la invasión haitiana. E iba acorde con los tiempos porque era el momento oportuno, en el entendido de que todos los demás países de Hispanoamérica estaban rebelándose y declarándose independientes y, además, en esta parte de la isla, había una crisis existencial y económica enorme provocada precisamente por las confusiones del momento político europeo y el soso régimen colonialista.
No es, entonces, sino hasta febrero de 1844 cuando ocurre una independencia de esa ocupación haitiana, pero más fructífera (y violenta), pero que no se puede negar que también posee ciertas influencias de las ideas ilustradas, específicamente de Rousseau, como se manifiesta en las intenciones de Juan Pablo Duarte, que al igual que el credo ilustrado, busca una nación con libertad política, de prensa, de comercio, de industria, de cultos y donde se respete el domicilio.
Posteriormente a esa independencia, en República Dominicana, a lo interno, persistía una polémica entre sectores conservadores (colonialistas) sectores progresistas (ilustrados). Del lado de los ilustrados, a modo de ejemplo, y un ejemplo sólido, se puede hacer mención de Pedro Francisco Bonó, un ilustrado progresista avezado, Angulo Guridi, que aunque popularmente no se le ha reconocido como tal, defendió la libertad, la igualdad, la confraternidad y el ideal de progreso presente en la Ilustración europea; así como Eugenio María de Hostos que, aunque no es de origen dominicano, tiene el crédito de haber introducido al país la escuela del libre pensamiento, la enseñanza laica e inclusiva y su pensamiento de que la educación era un medio para los fines de la libertad del hombre en todos los sentidos.
Edwin Santana es Locutor y estudiante de término de Filosofía.
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