Writen by
diarioazua
22:46:00
-
0
Comments
Tu cuerpo es templo de la naturaleza y del espíritu divino. Consérvalo sano, respétalo, estúdialo y concédele sus derechos. Henri Frédéric Amiel.
Por Amín Cruz
Diario Azua / 23 agosto 2021.-
Amado hijo Moisés, un 23 de agosto llegaste a este mundo, hoy cumple un año más de vida y significa un compromiso con la humanidad, hemos arado en tierra desierta y damos gracias a Dios por la buena cosecha, esta ahí, eres un hombre de bien y esperamos que siga ese Norte hasta el final de tu vida.
Hijo tu eres el presente y el futuro, timón de tu propio porvenir, recuerda que tu hace camino al andar y deja huellas positiva o negativa, eres tu quien cambia en la vida, es tan cierto, así como que el sol que sale cada mañana.
Hoy hace 23 años y lo recuerdo como si fuera ayer, mi alma se plena nuevamente de esos bellos momentos que me invade la nostalgia, de nuevo un gran cúmulo de sentimientos me golpean mi corazón, al recordar aquellos minutos de hermosa tensión y esa necesidad de tenerte ya entre mis brazos.
Alegre y positiva, así quiero que me recuerden, así intento vivir realmente. Todo es más lindo si destacamos lo bueno de cada situación y además de todo lo anterior, tengo que agradecer los años que pasan porque, Dios me dio la bendición de venir a este mundo y tengo una oportunidad de ser cada día mejor persona, quiero que tu siga ese ejemplo, legado de vida.
¡Muchas Felicidades querido y amado hijo! Un año más de vuelta a este día que está marcado en el calendario con luces y fuegos de artificio multicolores en verdad muy prontito creciste demasiado rápido, más aún conservo tu mirada, el amor y la inocencia que tanto te caracteriza, Moisés hijo, tu no creces solo, pues cada día que pasa yo voy creciendo contigo como padre, aprendiendo de ti la tecnología y el movimiento que da el mundo.
Deseo que siempre tengas como propósito de vida ser feliz por encima de todos los problemas que puedas atravesar y que mantengas siempre una actitud positiva la cual te impulse siempre a seguir adelante, evita a las personas que intenten apagar tu luz y robar tu paz interior, no permitas que nadie te desequilibre, confía en ti y en tu fuerza interior para conseguir todo lo que te propongas.
Recuerda siempre, utilizar algún momento silencioso del día para escuchar tu mente y tu interior, a partir de allí intenta actuar de la mejor manera posible.
Mi gran campeón, nunca dudes de mi amor por ti, es puro, sincero y sin ninguna condición, siempre estaré cuando me necesites para brindarte mi apoyo y amor.
Sé que no puedo limitarte y que al descubrir el mundo por tu cuenta atravesarás situaciones difíciles pero lo que sí puedo hacer es acompañarte a través de tu camino paso a paso con mis oraciones por hoy y por siempre amado hijo, mis bendiciones siempre para ti.
Tu busca, no descanses, sé valiente, vete aquí y allá, viendo el horizonte, siempre peregrino, buscando la meta, tu lugar en el mundo, aquello que Dios sueña para ti, tu felicidad más profunda.
Nunca tengas miedo de probar, de abrir puertas, de cerrarlas, de dejar lo que no te satisface, de asumir riesgos, de vivir hoy aquí y mañana allá.
No tengas miedo de hacer lo contrario de lo que te dicen, de ser una voz diferente, de denunciar aquello que está mal, de jugarte la vida por lo que vale la pena.
Es mejor una vida perdida en pos de la verdad y la justicia, que una vida acomodada, sin arrugas ni heridas, cicatrices en conserva, da lo que se te ha dado. No respondas a las expectativas de otro ni acomodes tu vida a un papel que te otorguen, ni siquiera si ese otro somos tu padre o yo, se libre, siempre.
Me voy despidiendo, emocionado, alegre de poder escribirte esto, feliz y orgulloso de tenerte como hijo. Que el Señor te bendiga y que bendiga contigo a todos los que se crucen contigo.
Te quería aquí conmigo, pero esta allá y te envió un beso y abrazo muy fuerte hijo, feliz cumpleaños amado hijo en tu estadía en Japón en la base del ejercito de Estados Unidos de América.
Te ama y te quiere mucho … Tu padre Amín Cruz.
“Solo hay dos legados duraderos que podemos dejar para nuestros hijos. Uno de estos son raíces, el otro, alas.” Hodding Carter.

No hay comentarios
Publicar un comentario