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| Augusto “Willy” Falcon, (el de la derecha) quien ahora tiene 62 años, en una imagen de 1980, junto a Salvador “Sal” Magluta, quien cumple una sentencia de 195 años. |
FUENTE: DIARIO LIBRE
Augusto “Willy” Falcon, el narco cubano que se encuentra en República Dominicana desde principio de mes después de luchar por evitar su deportación a su país de origen, se le atribuye llenar las calles de Miami de droga en los años 80 y 90 y, en consecuencia, teñirlas de sangre y convertir esa ciudad en la más insegura de Estados Unidos con los asesinatos entre pandillas cuyos grupos se disputaban los puntos de oferta de la cocaína.
Los medios estadounidenses citan que junto a su hermano Gustavo Falcón y Salvador “Sal” Magluta, operaba una de las mayores redes de narcotráfico en Estados Unidos en los citados años de apogeo de la banda que encabezaba, la cual era conocida como “Los Muchachos” y “Los Vaqueros”.
En esos años el crimen aumentó y también los rascacielos, las discotecas y las construcciones turísticas con el dinero fruto de las drogas que los Falcon y Magluta distribuían al ser los intermediarios del cartel de Medellín de Pablo Escobar y el cartel de Cali con el mercado de Estados Unidos.
En una publicación del Miami Herrald, del 2 de abril de este 2018, se informa que a Augusto “Willy” Falcon, la jueza, Agnelis Reese, le negó la petición de su defensa, bajo custodia de las autoridades de inmigración de EEUU, de que su cliente pudiera residir en territorio estadounidense en lugar de ser deportado a la isla caribeña.
Según la defensa, Falcón desempeñó un “papel clandestino en la financiación de un plan de la CIA” en la década de 1990 para “matar a Fidel Castro”, por lo que su deportación entrañaría una casi segura sentencia de muerte en Cuba.
Antes de ser liberado cumplió 14 años de prisión de 20 a los que fue sentenciado.
Willy, Magluta y Gustavo fueron acusados en 1991 por un jurado federal del contrabando de al menos 75 toneladas de cocaína desde Colombia a Estados Unidos por un valor de 2 mil millones de dólares. En el primer juicio los tres fueron absueltos, pero posteriormente se comprobó que habían comprado a los jurados.
Willy, ahora de 62 años, se declaró culpable de cargos de lavado de dinero y otros delitos en un acuerdo que le permitió completar su sentencia en junio de 2017. Posteriormente estuvo recluido en un centro de inmigración en Louisiana mientras Estados Unidos buscaba enviarlo de regreso a su país natal.
Fue deportado el pasado 6 de noviembre, según el Gobierno dominicano, bajo un acuerdo con los Estados Unidos.
Al aclarar que el Ministerio de Relaciones Exteriores no tuvo nada que ver con el asilo del narcotraficante, el canciller Miguel Vargas afirma que solo el Departamento Nacional de Investigaciones (DNI) tiene detalles del caso, “porque se trata de un tema de seguridad nacional”.
El Nuevo Herald cita “que el tratado de la ONU, implementado en 1984, prohíbe a los países signatarios trasladar a una persona a cualquier país donde haya razones para creer que será torturada, entre otras cláusulas.
Cuando Willy fue sentenciado a veinte años, Magluta no alcanzó ningún acuerdo con las autoridades estadounidense y fue condenado a 205 años de prisión, los cuales fueron reducidos a 195.
Su hermano, Gustavo “Taby” Falcon, ahora de 55 años y quien se había burlado de las autoridades durante 26 años, fue detenido en abril del 2017 cuando montaba bicicleta junto a su esposa cerca de Orlando donde vivía con un nombre falso. Fue sentenciado en abril de este año 2018 a once años de prisión.
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