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diarioazua
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ASESINATO DE UN NIÑO
Recientemente los periódicos nos trajeron la noticia de que un hombre mato a su hijastro de año y medio, molesto porque su concubina, madre del menor, había salido con el padre biológico de este.
¿Cual es la causa de este lamentable, cobarde y horrendo asesinato?
La respuesta es sencilla: la crisis moral en la cual se encuentra la sociedad. Dominicana.
Hoy tenemos cuatro víctimas: un infante al cual le apagaron la luz de su sonrisa un Herodes de 22 años, quien al verse burlado por su concubina enloqueció y ahora tendrá que purgar 30 años en la cárcel. Un padre y una madre que no midieron las consecuencias su actuación y mientras vida tengan recordaran la pérdida de ese hijo.
”Puede afirmarse que todos los países del mundo, atraviesan por una crisis de valores morales que incluyen también la sexualidad; como parte de la misma, se ha llegado a plantear que los principios morales no tienen qué regir la conducta sexual de los seres humanos. Las consecuencias no han tardado en aparecer: todos los medios noticiosos reportan un aumento de las violaciones sexuales, la prostitución, las enfermedades de transmisión sexual, el abandono de los hijos, los crímenes pasionales, la utilización de niños de ambos sexo para el comercio sexual, etc.”
(Ver: Cívica, Formación en Valores y Civismo tomo 1. Nivel Medio. . Página 39)
Ministerio de Educación.
Esa es la causa de ese crimen, la crisis moral de la sociedad, el deterioro de la familia. Mientras se esté buscando la causa de estos homicidios solo en el machismo nunca la colectividad no podrá encontrar los correctivos a estos males.
El 22 de octubre de 1983 La Santa Sede, presento la Carta de los Derechos de la Familia, como forma de fortalecer esta institución para blindarla contra la crisis moral de la sociedad.
Dicha Carta en el numeral 5, literal F, critica a los medios de comunicación por los antivalores que proyectan y sostiene que la familia “tiene derecho a ser protegida adecuadamente, en particular respecto a sus miembros más jóvenes, contra los efectos negativo y los abusos de los medios de comunicación”
(Ver obra citada pág. 66)
El Estado debe velar para que los medios de comunicación electrónica no sigan bombardeando con tanto material toxico a nuestros jóvenes, para poder así enfrentar la crisis moral de la sociedad y fortalecer la familia de forma tal que casos como este desaparezcan de nuestro país.
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