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Por Víctor Peña
De toda la vida el gran problema de la República Dominicana con relación a la frontera ha sido el gran trasiego migratorio de los haitianos y por más que se ha intentado no se ha encontrado una fórmula que pueda detener o controlar la situación.
Por nuestra frontera con Haití hemos visto pasar todo tipo de contrabando y todo tipo de incidentes notorios, como el secuestro de 5 médicos dominicanos, con el agravante que este secuestro de dominicanos por parte de grupos haitianos se hiciera en nuestro propio territorio.
En los últimos meses el gobierno ha estado trasladando militares y equipos incluyendo drones para vigilancia a la zona fronteriza posiblemente con la intención de tomar el control de todas las actividades ilícitas que traen consigo nuestros vecinos a su paso hacia nuestro país.
Pero nada de esto ha sido suficiente ante el desfile de nacionales haitianos que vemos a diario en las redes sociales y en los pueblos y municipios, incluyendo grandes ciudades como el Gran Santo Domingo y Santiago.
Lo peor del caso es que cuando nos quejamos y protestamos por la presencia y sobre todo por el comportamiento que exhiben en nuestro país estos indocumentados vecinos, somos denunciados (por malos dominicanos al servicio de intereses extranjeros) ante cortes internacionales como xenófobos racistas y en alguno de los casos hasta se nos condena como tal.
En los últimos días tomo mucha fuerza en los medios de comunicación la denuncia de que el gobierno dominicano atravez de su Cancillería se aprestaba a firmar en Marruecos un pacto para regular las migraciones que desde hace varios años ha puesto en marcha la Organización de las Naciones Unidas, la advertencia llegó de voz de casi todas las fuerzas vivas de la nación y se convirtió en un clamor casi nacional la petición de negación a esta firma.
Todo esto obligó al presidente Danilo Medina a decir que hablaría al respecto a su tiempo incluso fijando fecha para pronunciarse, pero ante el auge que seguía tomando este clamor nacional, el Mandatario ni tonto ni perezoso se montó en la OLA de popularidad y como una manera de congraciarse el día de ayer el consultor jurídico del Poder Ejecutivo Flavio Darío Espinal, anunció a la nación que el gobierno no firmaría el famoso pacto, ni asistirían a esta reunión.
Más aún que “no contaba con el consenso del pueblo dominicano y que el gobierno no haría nada que vaya en contra de la voluntad de las mayorías”, pero desde cuando al gobierno de Danilo Medina le ha interesado complacer la población.
En ese sentido nos quedarían grandes interrogantes, de todas formas cabe preguntarse: Sería posible que el Presidente Medina como gran estratega, usó como punto de lanza el pacto para granjearse simpatías con miras a su reelección, porque a muchas personas pensantes como usted y como yo no nos engaña, pero en estos asuntos las grandes mayorías son las que cuentan y este grupo no tiene la capacidad para discernir y ver más allá de la curva el gran engaño que puede ser.
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