Titulares

lunes, 10 de julio de 2017

Celos, Educación, Gobierno y Feminicidios


Por Alan Vargas.-

Celos, es un sentimiento que experimenta una persona cuando sospecha que la persona amada siente amor o cariño por otra, o cuando siente que otra persona prefiere a una tercera en lugar de a ella. Esta definición la podemos encontrar en cualquier diccionario de web o físicos de los tantos cientos o miles que existen en español.

Lo cierto es que pragmáticamente, nunca encontramos definiciones como la que nos hemos atrevido hacer en este articulo. En República Dominicana, Celos, es el accionar violento de un hombre o mujer en contra de su pareja, esposa, novia o ex pareja cuando sospecha, cree, supone o comprueba que le están pegando los cuernos.

Lo incierto es, que los celos suceden nada más en personas de bajos extractos sociales, ni sólo en clase media, o altas. Es algo que le sucede a casi todo el mundo. El que alguien diga que no siente celos o que no sea celoso, no le quita la posibilidad que un día cometa un error de maltratar, golpear, o matar a su pareja, novia o ex pareja. De lo que estamos seguro es, que el ser humano es impredecible, nunca se sabe; pero sí sabemos que mientras mejor educada sea una persona, los riesgos son más lejos de que actos come este suelan suceder.

Más bien, quienes cometen estas acciones como el matar por causas de los celos, al momento de hacerlo, se les nubla la mente y la razón. No quita que sepan lo que están haciendo, sino, que cuando han iniciado la acción ya no hay vuelta a tras. Si cometieron el hecho de golpear, apuñalar, o hasta simplemente abofetear a su pareja, sabe bien lo que le espera según la ley del nuevo Código Procesal Penal.

Las personas educadas, tanto como los que más conocen, saben al dedillo de lo que sucede a diario en nuestro país en los tribunales con aquellas personas que han cometido el error de ir más allá del maltrato verbal contra su pareja.

Una persona educada, está al día del diario vivir, lo que también le sirve de experiencia y al mismo tiempo de aprendizaje para verse en el espejo de los errores que han cometido otros y de los que se comen a diario.

La educación, no sólo llega a los individuos a través de las escuelas y universidades, sino, también, por los distintos medios de comunicación que hoy en día hay en el país.

Estas herramientas de comunicar, están creciendo cada día más, llenos de informaciones y actividades que inspiran a las personas a hacer cosas que hace unos años eran intolerables, y que tenían control desde una Comisión de Espectáculos Públicos y Radiofonía que controlaba cada accionar de los que se atrevían a comunicar por los medios electrónicos nacionales.

Hoy en día, cualquiera es o se convierte en un asiduo comunicador-a a través del medio que ahora es la alternativa para muchos, por no decir la mayoría de los dominicanos. 

Entonces, ¿qué está haciendo el Gobierno para aplicar el Reglamento 824 de la Ley de Telecomunicaciones?

Aunque muchos comunicadores nacionales, la han calificado de obsoleta, no dejaría de ser funcional si se aplicara. 

La libertad de expresión tiene una doble función, que es la de recibir y publicar información, teniéndose el derecho de publicar y expresar el propio pensamiento y dando garantías a la libertad de prensa así como transparencia en el ejercicio del orden democrático, como aspiran todos los pueblos del mundo para un buen convivir. Esto, no deja ni quita que se pueda asumir la responsabilidad de que un gobierno que mantenga el control de todos los medios audiovisuales, incluyendo las redes sociales, a través de internet en el país.

Y si todos, o la mayoría de los ciudadanos que tienen el poder, la suerte y hasta la capacidad de dar uso a estas herramientas tan importantes, no limita el mal uso que también se les da, publicando las infidelidades, dando a conocer amoríos, noviazgos, relaciones, incluso pornografías, como suele suceder en ocasiones, con desnudos, encuentros sexuales etc,etc,etc.. 

No será, más que una provocación, para los ignorantes que no saben la materia del bien convivir, porque como dice el refrán, "el corazón de la auyama, sólo lo conoce el cuchillo", sólo el momento es el que habla.

Vamos a aunar esfuerzos, para que la educación llegue a los sectores más empobrecidos, de clase media y de clase alta si es necesario. Llevando Talleres Educativos que enseñen a convivir en familia, para evitar los feminicidios y muertes innecesarias que diezman el honor, la paz y la tranquilidad de muchas familias que son víctimas de estos actos, que ya son bochornosos, penosos y de carácter brutal, que desdice de la preparación educativa de un país que se hace llamar República Dominica, un país de playas turísticas, democrático, y educado.

Vayan pues, Gobierno y Ministerios y Pueblo en General, en pro de ayuda de aquellos hombres y mujeres que matan e infieles que causan celos, respectivamente, para controlar de una vez y por todas las muerte que cada año se reportan de alarmantes en comparación de otros países del mundo.

Eduquen hoy, que mañana la patria les agradecerá por siempre, para evitar muertes innecesarias y feminicidios.

El Autor es Director de El Derecho de Prensa (Diario Digital de Santo Domingo, R.D.)
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